'Till I Collapse – Eminem ft. Nate Dogg
Decidimos comer en un restaurante italiano que está cerca de la bolera que solíamos frecuentar hace unos años y que ahora está a punto de cerrar. Nos sientan al fondo, junto a varias plantas decorativas que llaman la atención de Kelsey. Ella le comenta a Doug que comprará unas igual para su apartamento. Le pregunta a Fiona sobre sus días cuidando de Brutus y ella contesta con simpleza, sin inmutarse, como si nunca nos hubiéramos encontrado aquella tarde. Como si yo no le hubiera ayudado a llevarlo a casa, como si no hubiera tenido que cambiarme de ropa después de que el dichoso perro me tirase en la nieve.
Pero me da igual, pienso ser inflexible.
Aunque me esperaba alguna reacción de su parte.
Intento centrarme en la comida, la cual está realmente buena, intentando no darle demasiadas vueltas con el tenedor mientras me como la cabeza. Jeff tiene que llamarme la atención varias veces mientras me habla, ya que me evado de la situación con frecuencia, perdiéndome en mis propios pensamientos. Él me cuenta cómo le va en el taller de su tío. Hace unos días me hubiera interesado como el que más, ya que me había hablado antes sobre el proyecto; quería asociarse con él. Pero, ahora, no estoy en mi mejor momento. Nunca he sido de darle muchas vueltas a las cosas, sin embargo, aquí estoy, pensando en cómo conseguir que vuelva a mirarme.
Pero no me hace falta su atención.
Niego con la cabeza, intentando sacudir todas las ideas de ella, e intento seguir la conversación. Tristan se une a ella, curioso. Le gustan los coches, aunque no serviría para arreglar uno. Tiene de mañana lo mismo que de fidelidad; absolutamente nada. Ahora que lo recuerdo, no ha vuelto a comentarme nada sobre Joan, lo cual me sorprende. No me suelen interesar sus dramas amorosos, así que, supongo, que tengo la suficiente curiosidad como para preguntarle.
—Eh, Trist —llamo su atención.
—No me llames Trist —dice con el ceño fruncido—. ¿Qué coño quieres, Terry?
—¿Cómo te van las cosas con Joan? —Pregunto con curiosidad.
Él me mira sorprendido y me pide que repita mi pregunta. Jeff, quien nos ha estado mirando, se une a mí para preguntarle. Tristan vacila un poco a la hora de responder y mira su plato, como si buscase las palabras adecuadas.
—No sé muy bien cómo definir nuestras situación —confiesa—. Estuvimos juntos la otra noche y no discutimos, pero noté que estaba un poco incómoda después de follar. Tal vez, quería que me largase de allí en vez de que me quedase a pasar la noche.
—Mejor no te fíes mucho de tus instintos; no eres expertos en psicología femenina precisamente —interviene Kelsey.
—¿Algún consejo? —Pregunta él, un poco a la defensiva.
—Creo que deberíais hablar las cosas —dice con una sonrisa petulante—. Y sé que todos pensamos igual, porque te lo hemos dicho cientos de veces.
—Siempre pretendéis arreglar las cosas hablando —bufa.
—Claro, es mucho mejor follar y discutir —ironiza Doug.
—Bueno, en mi opinión, creo que hay personas que deben asumir a su ritmo ciertos cambios y que Tristan es una de ellas. Él sabrá qué hacer en el momento adecuado.
Todos miramos a Fiona, quien habla por primera vez en voz alta. Para todos.
Tristan le sonríe y le guiña el ojo. Ella le devuelve el gesto y se ríe un poco antes de seguir comiendo. Kelsey observa a ambos, conteniendo una sonrisa, y le susurra algo al oído a Fiona, quien vuelve a reír mientras niega con la cabeza.
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𝐅𝐢𝐨𝐧𝐚 © [F #1]
RomanceLa vida puede ser una jodida perra contigo desde tu miserable infancia y seguir machacándote durante tu adolescencia y tú no podrás hacer nada para evitarlo. Eso te convertirá en un gilipollas con razones, pero a la gente eso no le importa. A nadie...