𝐅𝐢𝐨𝐧𝐚 © [F #1]

Capítulo 7

Ali Bomaye – The Game ft. 2 Chainz, Rick Ross

Cuando Tyler me llamó a la hora de comer para decirme que no era necesario que fuera esta tarde a trabajar, pensé que sería un gran día. Y lo estaba siendo. Sin embargo, desde esta perspectiva, las cosas se acaban de torcer un poco. Nada que no pueda controlar, pero la nieve está humedeciendo mi ropa y no puedo deshacerme de Brutus, que está sobre mí, intentando morderme en la cara.

Fiona intenta apartarlo de mí, pero la fuerza del Gran Danés la supera. Brutus intenta seguir con su juego y yo agarro como puedo su mandíbula para alejar su cara de mí. Cualquiera que nos viera, pensaría que el perro me odia. Pero no es así. Es muy juguetón a la par que grande, así que lo que él ve como una acción inocente, podría desfigurarme la cara con facilidad. Kelsey lo adoptó cuando era sólo un cachorro y no ha sabido educarlo, por lo que estas situaciones se dan a menudo con Doug, Tristan y conmigo. Jeff ni siquiera se atreve a acercarse a él y con Kelsey es mucho más tranquilo. Y lo que me pregunto en este mismo momento es por qué Fiona estaba paseándolo.

Después de mucho pensar, se me ocurre la forma perfecta de quitármelo de encima. Mis dos manos a pensar sirven para inmovilizar su cabeza, así que procuro ser lo más rápido posible. Me quito el gorro de Hswboy que me compré la semana pasada y lo lanzo lejos de mí. Brutus gira la cabeza con rapidez, visualizando a su objetivo, y corre a por él.

Me siento sobre la nieve, intentando respirar con normalidad, y me llevo las manos al pecho. Es un perro muy pesado y se ha llevado un buen rato sobre mí. Fiona se levanta del suelo al ver que Brutus se ha bajado de mí y se acerca con prisa. Ella lo agarraba con fuerza para apartarlo de mí cuando éste ha salido corriendo detrás de mi gorro y ha terminado dejándola caer en el suelo.

—¿Estás bien? —Pregunta preocupada entre jadeos.

Trago saliva, sintiendo la boca seca, y asiento con la cabeza.

—No te preocupes —digo sin aire—. Lo hace muy a menudo.

—No sé qué le ha pasado. Antes estaba muy tranquilo.

—A veces, cuando ve a personas conocidas, se excita demasiado y, como no controla su fuerza al jugar, pasan estas cosas.

Me levanto con esfuerza y sacudo la nieve de mis pantalones. Mi sudadera está empapada y no sé si debería quitármela o aguantar hasta llegar a casa. Llevo una camiseta térmica de manga larga debajo, pero no será suficiente para librarme del frío. Por otro lado, tener ropa húmeda no es nada bueno con el frío que hace.

Fiona hace lo mismo. Por suerte, lleva un abrigo grueso y no ha pasado demasiado tiempo tirada en el suelo.

—¿Por qué lo paseabas? ¿Y Kelsey? —Pregunto extrañado.

Miro a Brutus, quien juega tumbado sobre la nieve con mi gorro. Está lleno de babas y empieza a dar de sí.

—No está en la ciudad, ¿no te lo ha dicho Doug? Aun así, ella lo dijo por el grupo —dice sorprendida porque no lo supiera.