𝐅𝐢𝐨𝐧𝐚 © [F #1]

Capítulo 47

Kill Shit – Krizz Kaliko ft. Tech N9ne

Ignoro la calidez del saludo de Stan cuando entra en mi apartamento, devolviéndole uno frío y distante, indiferente. Su pelo castaño claro está más alborotado de lo normal y juega con el aro de su labio, nervioso. Es de baja estatura, como Tristan, pero ligeramente más delgado y pálido. Sus ojos de color miel me miran como un niño esperanzado, algo triste por mi actitud.

Yo me siento en la butaca, dejando que él tome lugar en el sofá, manteniendo la mayor distancia posible entre nosotros. Remanga su jersey gris hasta los codos para después frotarse las manos, mirando hacia el suelo, como si estuviera pensando una forma de empezar. A pesar de que no me apetece en absoluto escuchar lo que tiene que decir, me aclaro la garganta con un carraspeo para que se dé prisa; no quiero alargar más esta situación.

—No sé muy bien cómo empezar —confiesa nervioso y ligeramente intimidado.

—Empieza explicando qué coño hacías en el apartamento de Kelsey.

Tenso la mandíbula y me relamo los labios.

Él traga saliva y baja la mirada unos segundos.

—Kelsey me estaba amenazando —murmura—. Me amenazaba diciendo que contaría... una cosa muy personal sobre mí.

Enarco una ceja.

—Y... ¿Qué es eso tan personal con lo que te estaba amenazando? —Pregunto con escepticismo, sin creerme sus palabras.

—Es algo muy personal, Terrence —dice sin fuerza en la voz, temeroso ante la presión que estoy ejerciendo sobre la situación.

—¿Quieres que confíe en ti? Cuéntamelo. Si no, dime. ¿Por qué estás aquí? Tú siempre has sido más amigo de Doug que mío. ¿Por qué insistes? —Inquiero, inclinándome hacia adelante, sentado con las piernas abiertas y los dedos de las manos entrelazados.

—También te considero un amigo, uno como Doug, y sé que se está equivocando respecto a Kelsey, pero yo solo no puedo hacer que entre en razón —hace una breve pausa—. Tú eres la única persona capaz de hacer que abra los ojos. Malinterpretaste todo lo ocurrido aquella noche. Lo juro.

—Cuéntame lo que Kelsey sabe —vuelvo a decir, impacientándome.

Él inspira profundamente, mirándome con súplica.

—No —dice casi con esfuerza—. Por favor, no estoy preparado...

—Cuéntamelo si no quieres que te saque a patadas de mi jodido apartamento —gruño, cerrando las manos en puños.

Stan abre la boca para volver a suplicarme, pero la cierra ante la severidad de mi mirada.

—Kelsey... —suspira abatido y baja la mirada hasta sus manos mientras juega con los anillos de sus dedos—, me vio hace un par de semanas entrando en una discoteca gay. Me hizo fotos con su móvil y me amenazó con difundirlas.

Frunzo el ceño, mirándole con recelo.

—Y ¿cómo sé que me estás diciendo la verdad? Jamás has parecido interesado en tíos.

—Lo ocultaba —confiesa con algo de vergüenza—. Tengo conversaciones. ¿Te las enseño?

Asiento y me siento a su lado para leer las conversaciones que había mantenido con Kelsey aquel día. En los mensajes puedo leer cómo ella le obliga prácticamente a presentarse en su apartamento para así poder hablar. Le hablaba casi a diario, siempre con un nuevo chantaje para aprovecharse de él. Le devuelvo su móvil.