𝐅𝐢𝐨𝐧𝐚 © [F #1]

Capítulo 15

My Band – D12

Si me dieran un dólar por cada vez que me han ignorado, sólo con el día de hoy, ya sería millonario. Parece que Fiona ha nacido para ignorar a las personas, joder. He patinado junto a ella y ha actuado como si ni siquiera fuera consciente de ello y me he metido en conversaciones en las que estaba presente y ha decidido que era el mejor momento para guardar los comentarios que había estado soltando un minuto antes. Cuando patino en dirección contraria y nos cruzamos, su mirada ni siquiera se desvía un poco para mirarme.

Ahora la frustración me está poniendo de mal humor. Mi cabeza no deja de pensar, de intentar descubrir la forma en la que Fiona volvería a aceptar mi existencia como persona y no como un estorbo que rodear cada vez que está en su camino. Está patinando junto a Tristan, riéndose, como si fueran amigos de toda la vida. ¿Desde cuándo hablan tanto? ¿Ahora que me ignora se dedica a hablar con él?

Jeff se sitúa a mi lado, sonriéndome y golpeando mi hombro de forma amistosa. Doug debe estar hablando con Kelsey por teléfono.

—¿Otra vez esa cara?

Resoplo y pongo los ojos en blanco.

—Es mi cara de siempre —me excuso.

—No. Normalmente, tienes cara de amargado —dice—, pero ahora tienes cara de estar enfadado. Muy enfadado.

Respiro hondo y, en vez de molestarme en responder a eso, sigo patinando, intentando no mirar a Tristan y Fiona.

—¿Mucho estrés en el trabajo? —Jeff insiste en sacarme lo que me pasa.

—Sí —miento, soltando un gruñido—. Mucho estrés.

Él sigue hablando, pero no le escucho. Tristan se resbala un poco y Fiona intenta agarrarle del brazo para estabilizarse. Al final, él sigue con lo suyo sin problemas y ambos se ríen escandalosamente.

—Oye —digo repentinamente, interrumpiéndole—, ¿puedo hacerte una pregunta?

—Sí, claro —dice, algo confuso.

—¿Desde cuándo Tristan y Fiona son tan amigos?

Él los mira con el ceño fruncido.

—No lo sé. Se llevan bien desde que la conocimos. —Me mira—. Es una chica muy sociable, supongo.

—Parece que desde que no nos hablamos se ha empeñado demostrar lo amiguitos que son —comento con amargura, echándoles un breve vistazo—. Antes no les veía cruzar dos palabras y ahora son mejores amigos —digo, haciendo comillas en «mejores amigos».

—Yo sí les he visto hablar de vez en cuando —replica—. Lo que ocurre es que vosotros os llevabais mejor. Por cierto, Tristan me ha dicho lo que pasó y es normal que no te hable si eres así de capullo con ella —comenta con el ceño fruncido—. Discúlpate de una vez. Hay mucha tensión en el grupo.

—¿Por qué? No fue para tanto —digo como protesta—. No es mi culpa que sea tan sensible.

Jeff resopla y niega con la cabeza.

—Haz lo que quieras, pero después no te quejes de que prefiera hablar con Tristan antes que contigo. Parece que estás celoso —bufa y se va patinando al ver que Doug ha guardado su móvil.

Me quedo solo. Viendo como mis amigos pasan de mí. Doug aún está de morros por lo que pasó mientras terminaba el tatuaje de Stan, aún no se fía de mí, y Fiona por lo del Reed's. Tuve un mal día, joder. ¿Nunca han tenido uno? ¿Por qué se empeñan en joderme? Sólo quería beber para no tener que asumir que mi vida es una mierda. Pero, claro, ellos no han salido nunca de casa en mitad de una noche de invierno porque su madre necesitaba privacidad con su nuevo novio o han tenido que robar para tener algo que comer. De hecho, seguro que han tenido una infancia decente con sus dos padres casados con un matrimonio estable y lleno de amor. Joder, puedo ser muy capullo, pero, al menos, no he cambiado. Doug, por su parte, pasa las veinticuatro horas del día hablando y pensando en las gilipolleces que dice Kelsey. Pero, cuando yo digo algo, no tiene problema en cuestionarlo.