Capítulo 39

19.9K 904 81
                                    

In This House Lil Wayne ft. Gucci Mane

A pesar de insistirle, Doug no ha querido volver a su apartamento, ni siquiera acepta ir a algún bar a tomar algo. Mucho menos el Reed's. Está ahí, sentado en la silla al fondo de la habitación con la mirada perdida. Tiene los ojos rojos e hinchados, está despeinado y sus labios agrietados y rostro pálido dan a entender que no ha comido ni bebido nada desde que supo lo de Kelsey. Ella aún no ha cortado con Doug, pero es evidente que está contando los días para hacerlo.

Intento estar concentrado en el tatuaje del amigo de Stan, quien no deja de quejarse. Hemos hablado varias veces, aunque no recuerdo su nombre. Es algo insistente, llegando a resultar cansino, así que espero que la próxima vez que quiera retocarse un tatuaje vaya a otro puto lugar.

—¡Ah!

Aparto la aguja de su piel y me siento, pegando la espalda al respaldo de mi silla. Cojo aire, respirando profundamente para controlar mis nervios. Me gustaría clavarle la máquina en el ojo y llenárselo de tinta. Él mira su brazo con el ceño fruncido, haciendo una mueca de dolor. Es un jodido llorica.

—Dwight, deja de llorar —resopla Stan con una sonrisa burlona—. A no ser que quieras acabar con la paciencia de éste —dice, señalándome con la cabeza.

Tenso la mandíbula, mirándole con ganas de cometer un asesinato, y cuando también me mira se calla de inmediato, mirándome un poco asustado. Y no es para menos, estoy a un quejido más de llenarle el ojo de tinta.

Su brazo tiembla, al igual que todo su cuerpo, pero no me dificulta demasiado el trabajo. Al menos, ahora estará callado.

Hemos decidido que lo mejor es ignorar a Doug, dejar que se desahogue antes de ir a consolarle. Le conozco desde hace los suficientes años como para saber que ahora no va a servir de nada un abrazo o algunas palabras tranquilizadoras. Necesita compañía, pero, sobre todo, su propio espacio para asimilar toda la situación que se le ha venido encima. Así que, hasta que él no se sienta preparado, nosotros mantendremos las distancias y dejaremos el tema a un lado.

Aunque si fuera por mí, iría ahora mismo hasta él, porque no soporto verlo así.

El móvil me vibra en el bolsillo varias veces.

—Stan, ¿podrías leer los mensajes que me han enviado? —Le pregunto sin dejar de hacer mi trabajo, concentrado.

Le doy nuevos matices al tatuaje, ya que Dwight me ha dado total libertad para hacer lo que me apetezca para darle una nueva imagen.

—Claro —responde él con simpleza, cogiendo mi móvil del bolsillo.

Le digo la clave y él lo desbloquea con rapidez.

—Sólo son un par de fotos de Fiona y otra chica rubia —dice, sin darle demasiada importancia al asunto.

Me aparto de Dwight para recostarme en la silla. Suelto la máquina de tatuajes y me paso las manos por la cara.

—¿Ocurre algo? —Pregunta Dwight con curiosidad.

No contesto, simplemente le quito a Stan el móvil de las manos. Al parecer, Fiona está en una cafetería con Candace. En la foto salen las dos con sus cafés en las manos. También me envía un breve mensaje diciendo que ojalá estuviera con ellas, pero no creo poder soportar estar cerca de Candace y de Fiona al mismo tiempo. Últimamente me ha estado invitando con frecuencia a pasar una tarde con ellas, lo cual ha empezado a causarme un extraño sentimiento de culpa. Porque, aunque cuando me acosté con Candace no éramos nada, tengo la sensación de que ella debería saberlo.

𝐅𝐢𝐨𝐧𝐚 © [F #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora