Capítulo 44

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Go Hard Or Go Home – Wiz Khalifa ft. Iggy Azalea

Todos decidimos sentarnos en los sofás de cuero que están algo alejados de la pista. Todos excepto Tristan. Él se sienta en la barra, donde atienden Gwen y Joan. Ella no le mira en ningún momento y mucho menos le dirige la palabra. Tras varios días intentando convencerle para que saliera un poco, hemos conseguido que ponga un pie en la calle. El problema es que sólo aceptaba hacerlo si veníamos al Reed's, lo cual no parece ser nada saludable para él.

Jeff le mira preocupado en todo momento, desde la distancia, y no hace faltar ser muy listo para saber que en cualquier momento va a levantarse para ir a por él. Yo también lo haría. Camille, a pesar de también estar preocupada por Tristan, se muestra más contenta de lo usual mientras muerde la pajita rosa de la que bebe su cóctel. Sonríe todo el tiempo y, de vez en cuando, coge el móvil para ponerse a hablar. En cambio, cuando le pregunto, niega que ocurra algo que la tenga de tan buen humor. Aunque no le creo, decido dejar el tema pasar.

Fiona actúa con normalidad, también mira a nuestro amigo de vez en cuando, como si desease poder ayudarle, pero su ánimo no decae. Está sentada a mi lado, aferrada con suavidad a mi brazo. Somos pocos y odio reconocer que extraño la presencia de Doug. A veces, me pillo a mí mismo echándole de menos, recordando los viejos tiempos en los que éramos una pandilla. Pero un amigo de verdad, un hermano como yo lo llegué a considerar, no te expone de esa forma. No te traiciona. Le contó a Kelsey cosas que yo le había confiado.

Capto la atención de Fiona cuando suspiro pesadamente y ella me pregunta si todo va bien. Respondo que sí, porque, aunque no sienta que todo va bien, ella me transmite la paz suficiente como para poder engañarme a mí mismo. Me inclino sobre ella para dejar un beso en sus labios y Jeff nos sonríe con algo de tristeza. Sin embargo, Camille sigue en su mundo, inmersa en la pantalla de su móvil.

Repentinamente, Fiona se separa un poco de mí para mirar su móvil, al que acaba de llegar un mensaje de texto.

—Candace está a punto de llegar —anuncia y alza la mirada, sonriendo suavemente—. Espero que no os importe que la haya avisado.

Mi cuerpo se tensa, mi piel se eriza y mi respiración se ve claramente afectada cuando dejo de recibir oxígeno. Trago saliva, sintiendo la boca seca, y miro a Jeff. Parece tan conmocionado como yo, pero aparenta normalidad.

—No hay problema —dice con una sonrisa forzada—. Puedes invitarla para que esté con nosotros cuando quieras.

Fiona le devuelve la sonrisa, una sincera, y ambos siguen hablando, pero mi mente ahora vaga lejos de la conversación. No hemos hablado de Candace desde el lunes, cuando nos reconciliamos, así que no sé cómo podría afectarnos su presencia.

Sin embargo, pasan los minutos y ella no aparece. Fiona ya se ha tomado varias copas y está algo achispada, riendo con Camille y Jeff. Yo permanezco sobrio y me doy cuenta de que apenas he bebido de mi refresco. Y, justo cuando nace en mí la esperanza de que posiblemente Candace no vaya a aparecer, hace acto de presencia, sorprendiéndonos a todos. Lleva un vestido de color turquesa, cuyo color combina con el de sus ojos. Su pelo rubio y ondulado cae hasta quedar bajo su pecho, más corto que el de Fiona.

Sólo me dedica una mirada furtiva. Está seria, como si estar aquí no fuese algo que quisiera. Pero aquí está. Fiona la mira con alegría antes de levantarse para darle un gran abrazo. Candace le corresponde con incomodidad, volviendo a mirarme de reojo, pero cierra los ojos y finalmente parece disfrutar del gesto cariñoso de su amiga.

—No encontraba aparcamiento —dice cuando Fiona se separa de ella acomodándose el vestido.

—Siéntate, voy a traerte algo de beber.

𝐅𝐢𝐨𝐧𝐚 © [F #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora