𝐅𝐢𝐨𝐧𝐚 © [F #1]

Capítulo 43

Amazing – Kanye West ft. Young Jeezy

Fiona muerde suavemente mi mentón mientras ríe. Deja un tierno beso sobre mi mejilla, el cual me hace sonreír como un bobo, y pasa sus piernas desnudas sobre las mías. Lleva una de mis sudaderas que le cubre parte de los muslos y las manos. Dice que le gusta, pues, al parecer, eso se lleva mucho ahora entre las chicas y yo, sin dudar en momento alguno, le digo que es suya a partir de ahora. Ella me mira sorprendida, como si no creyera mis palabras.

Mis manos se posan sobre las suyas, deteniéndola justo en el momento en el que hace el ademán de quitarse la prenda. Y, aunque me encantaría volver a tenerla desnuda entre mis brazos, no permito que lo haga.

—Aquí pone «Eminem» —dice señalando con el dedo—. ¿Estás seguro de que quieres dármela?

Asiento con una pequeña, pero sincera sonrisa.

Es una sudadera gris en la que pone «Evolution» y un poco más abajo el nombre de Eminem. La miro unos minutos. Le queda de lujo, sin embargo, es evidente que es una prenda masculina, lo cual me preocupa que le disguste.

—¿Seguro que te gusta? —Pregunto con el ceño ligeramente fruncido.

—Sí —responde sin vacilar, sonriente, tirando un poco del bajo dela sudadera mientras estira sus cortas piernas—. Además, las sudaderas masculinas me gustan bastante desde hace un tiempo. Antes no eran mi estilo, pero ahora... —deja la frase en el aire.

Aprieto los labios, formando una línea, intentando contenerme a la hora de darme por aludido.

La atraigo hacia mi pecho, rodeándola con los brazos, y lleno su mejilla de besos mientras ella se ríe. Intenta darme un beso en los labios, pero yo alejo la cara varias veces, haciéndola rabiar. Fiona atrapa mi cara entre sus manos, acercándome forzosamente a ella para darme un casto beso. Sonrío, divertido por su desesperación, y vuelvo a inclinarme sobre ella para volver a unir nuestros labios.

Cuelo las manos bajo la sudadera, que ahora es suya, y me deleito con las curvas de su cuerpo. Su piel está caliente, es suave y aún conserva el delicioso olor de su perfume habitual. Hemos estado toda la tarde en la cama, hasta terminar derrotados. Ni siquiera hemos tenido una tregua cuando he ido a la cocina para preparar algo de comer para recuperarnos de tantas rondas de sexo descontrolado. Fiona terminó buscándome y, sin más, hemos tenido un encuentro bastante interesante en la cocina, sobre la encimera.

Ella coloca una mano en mi pecho para cortar nuestro beso y me mira sonriente cuando abrimos los ojos.

—Creo que debería ir a por mi coche —dice con un suspiro—. Aún está aparcado junto al Starbucks.

Pongo los ojos en blanco y echo la cabeza hacia atrás.

—Te acerco mañana —gimoteo, volviendo a mirarla, sin querer terminar con este agradable momento.

—Tengo que trabajar y tú también —enarca una ceja, divertida.

—Te llevo al trabajo.

—Terrence...

Bufo, fastidiado, y ella ríe antes de llenarme la cara de besos, burlándose de mí por actuar como un niño pequeño. Antes de que se levante, le pido un último beso haciendo pucheros, ganándome unos cuantos más. Me muerdo el labio al verla de espaldas, tan sólo con la sudadera cubriendo su cuerpo, e inclino un poco la cabeza para intentar mirarle el culo, pero no tengo tanta suerte. Ella se encierra en el baño y yo aprovecho el momento para coger ropa limpia.