𝐅𝐢𝐨𝐧𝐚 © [F #1]

Capítulo 41

Hailie's Song – Eminem

Aporreo la puerta con fuerza, tentado de echar abajo. Llamo al timbre, sin importarme que algún vecino salga molesto, y sigo con mis incesantes golpes a la madera vieja. Kelsey abre la puerta, luciendo enfadada antes de reconocerme. Me mira sorprendida, con los ojos abiertos como nunca antes, llenos de pavor, e intenta inútilmente cerrar la puerta. Coloco el pie, impidiéndolo, y la empujo hasta abrirla y poder entrar en su apartamento.

Ella retrocede, pegando su espalda a la pared del pasillo mientras me mira como un cervatillo asustado. Cierro la puerta a mis espaldas sin apartar mi mirada del pequeño ser demoníaco que tengo frente a mí.

—Terrence... —Susurra asustada.

—¿Qué coño has hecho, zorra de mierda? —Murmuro conteniéndome un momento—. ¡¿Qué coño has hecho?! —Vocifero cerca de su rostro—. ¡¿Por qué?! ¡Joder!

Escucho un murmullo procedente del salón y miro a lo largo el pasillo, siguiendo el eco de las voces. Kelsey aprovecha el momento para salir corriendo y yo la sigo a paso rápido, pisando con fuerza. Al entrar, me quedo estático, sintiendo la bilis subir por mi garganta.

Stan está sentado en el sofá, frente al televisor, mientras come patatas fritas y palomitas. A su lado, cómodamente acoplado, se encuentra Mike, quien me mira con el ceño fruncido, reconociéndome al instante. Miro a Kelsey, que está al otro lado de la estancia.

—¿A qué coño juegas? —Pregunto confuso y asqueado—. ¿Qué estás tramando en esa cabeza retorcida que tienes? —Señalo a Mike antes de hablar—. ¿Sabes quién es ese gilipollas?

—Claro que lo sé —dice cruzándose de brazos, tomando un poco de valor al hablar—. Es el mejor amigo del ex de Fiona. ¿Cómo no voy a conocerle?

—También es el cabrón que le pegó a Joan —escupo con rabia—. ¿Y tú? ¿Qué coño haces aquí? —Inquiero, mirando a Stan.

Éste traga saliva y se levanta, mirándome casi tan asustado como Kelsey.

—Puedo explicártelo, de verdad —me asegura nervioso.

—Yo sólo quiero que ésta zorra me explique por qué le ha contado a Fiona lo que paso con Candace y que me diga cómo se ha enterado. No se lo habrás contado tú, ¿verdad? —Doy un paso hacia él para asustarle.

—No, Terrence, no ha sido él —dice Kelsey cruzada de brazos.

—Entonces, ¿quién?

—Tú. —Se encoje de hombros—. La próxima vez que quieras hablar de algo privado, te aconsejo que no grites. Mientras hablaba con Doug podía oírte hablar perfectamente, tienes una voz grave. Imagínate si gritas a los cuatro vientos que te has acostado con Candace...

Cierro las manos en puños y me muerdo los nudillos para no ir hacia ella y darle una paliza. En estos momentos, me encantaría darles su merecido a los tres. Incluso a Stan. ¿Qué hace él aquí? También la odia.

—¿Por qué lo has hecho? ¡¿Por qué?! ¡¿Por qué te empeñas tanto en jodernos?! —Exclamo con impotencia—. ¡Sólo eres una jodida loca! ¡Normal que Fiona haya salido corriendo en cuanto ha tenido la oportunidad! ¡Y ¿sabes qué?! ¡No creo que Doug vaya a tardar mucho más tiempo en darse cuenta de cómo eres en realidad! —Guardo silencio un instante para coger aire y la miro abatido—. No quiere verme... ¡Joder! —Me arde la garganta, pero no pienso derrumbarme frente a esta arpía—. ¡Me ha echado de su apartamento! ¡¿Qué coño te pasa?!

—¡Te odio! ¡Eso es lo que pasa! —Grita llena de ira, poniéndose roja por momentos—. ¡Siempre te he odiado y siempre lo haré! ¡Por tu culpa Fiona y yo ya no somos mejores amigas! ¡Por tu culpa Doug y yo estamos en crisis! ¡Eres un lastre! ¡No sirves para nada, sólo para amargar a los demás! —Chilla como una loca, diciendo incoherencias—. ¡Eres un estorbo! ¡No me extraña que tu madre se suicidase el día de tu cumpleaños, porque si tuviera un hijo como tú, yo también lo haría!