CAPITULO N° 37

694 38 20
                                    

DESTINO.

CAPITULO N° 37.

Saori escuchaba el eco de sus pasos cruzando por un piso de madera, luego comenzó a oír el trinar de los animales nocturnos a su alrededor y algo de brisa fría y refrescante que golpeaba sus mejillas...

Seiya suavemente retiro el pañuelo, Saori abrió lentamente sus ojos encontrándose con una de las escenas más mágico que habían visto sus ojos en toda su vida...

-¡Es hermoso! Susurro la joven tratando de contener sus sollozos...
- Feliz cumpleaños bonita...

La de cabellera lavanda sentía un enorme nudo en la garganta, no sabía si reír emocionada o llorar por todo lo que Seiya le hacía sentir y vivir, simplemente era tan compleja la situación; justo en ese momento quería mirarlo a los ojos, decirle cuanto lo había extremado los últimos días, contarle como a pesar de que luchaba no podía evitar que aquel amor tan grande que había nacido en ella y que no paraba de crecer, la vida tan compleja que le esperaba y todo lo que debía hacer para evitar tantos desmanes e infamias planeadas por Julián y su familia, pero retrocedía al pensar lo impetuoso, voluntarioso, terco, obstinado y aventado que su querido castaño podía llegar a ser, temiendo por su integridad y convenciéndose de que su silencio era la única forma de protegerle y de paso evitar que encontraran su punto débil para usarlo en su contra cuando llegara el momento de hacer frente y mostrar los Ases bajo su manga...

El lugar parecía sacado de algún cuento de hadas jamás contado, un pequeño jardín, con algunos árboles, dándole un toque de bosque encantado, de lo alto de las ramas y rodeando los arbustos desplegaban luces blancas y azules de neón, que parecían flotar por la oscura espesura de la noche junto a algunas luciérnagas que también decoraban el paisaje y un pequeño estanque que se lograba divisar con algo de dificultad; en la parte central de aquel hermoso lugar una pequeña mesa rustica con sus respectivas sillas, todo de color blanco, iluminada por varias velas y acompañada con algo de flores y frutas, una jarra de vidrio con un líquido rosa claro acompañada por algunas cerezas que flotaban y un bello pastel de cumpleaños perfectamente decorado... El castaño invito a su joven compañera a que tomara asiento, corriendo su silla atentamente para que esta se sentara y posteriormente tomo su lugar frente a ella...

-Yo no sé qué decir, jamás nadie había hecho algo tan especial por mí... Pronunciaba Saori con voz entrecortada y temblorosa...

- Bromeas... Esto no es nada, además debo admitir que me esmere tanto en hacer de este sitio algo medianamente presentable y especial que no me dio tiempo de comprarte un detalle, lo siento... Se disculpó Seiya rascando la parte trasera de su cabeza...

- Eso es lo de menos... Este es el mejor regalo que me han podido dar por mi cumpleaños en mucho tiempo...

Saori y Seiya se quedaron en silencio por unos largos e incomodos minutos, la de cabellos lavanda no era capaz de ver al castaño a los ojos, optando por ver mantener su mirada perdida en la negra espesura de la noche fresca y este último la observaba con cierta tristeza y con muchas preguntas enredadas en su garganta... Hasta que el silencio fue roto con un comentario que la joven podía ver venir desde hacía ya un rato...

-Esto no es tan pomposo como lo que Julián ha preparado para ti... Pero quiero que sepas que lo hice poniendo todo mi corazón, no es por dármelas, pero me esmere mucho...

- Este gesto no tiene punto de comparación, Julián jamás podría siquiera imaginar hacer de un lugar tan apartado y rustico algo tan hermoso, mágico y perfecto... Menciono la joven con notable desagrado en su cara...

El silencio nuevamente hacia presencia, Saori sentía que si miraba a su castaño a los ojos, ya jamás podría apartarse de su lado, estaba haciendo un esfuerzo sobre humano para mantener la compostura y no levantarse intempestivamente y correr a los brazos de Seiya.

🌠☄️DESTINO☄️🌠Donde viven las historias. Descúbrelo ahora