DESTINO.
CAPITULO N° 41.
--- Personas como tú y yo, somos inalcanzables para personas tan insignificantes como Seiya con el que me acusas de sostener un "asqueroso romance", con chicos como él, solo puedes divertirte, usarlo para que haga tus tareas y te cumpla todos tus caprichos. Además déjame decirte que yo supe que mi lugar estaba a tu lado, desde el primer momento en que te conocí, eres todo un encanto hecho hombre, quien se adueñó completamente de mí... Seiya y aunque tuviera cuatro corazones, ninguno seria para ti...
Seiya sintió como algo dentro de su ser se rompió... "Aunque tuviera cuatro corazones, ninguno seria para ti"... Esa frase resonaba como una estridente voz en su cabeza, no podía hablar, el sonido de su voz no salía, su cuerpo no reaccionaba, ni siquiera sus ojos eran capaces de manifestar un atisbo de lágrimas, su rostro inexpresivo reinaba en el lugar; su conciencia se había separado de su cuerpo; vagaba por un camino repleto de espinas y oscuridad perpetua, se había reducido a solo un ser inerte que se mantenía inmóvil observando a la joven que era arropada por unos brazos masculinos que no eran los suyos.
Saori por su parte lucia quitada de la pena, su mirada era altiva, sin brillo, su rostro no denotaba ninguna expresión... ¿Cuál era su secreto para mantenerse así? El pavor que le tenía a las visiones que había venido teniendo durante los últimos días; se presentaban como sombras que le advertían, cualquier paso en falso y el final de tu amado será inminente... Todo habrá sido tu culpa al jurar protegerlo y no haberlo logrado.
Todos los presentes murmuraban sin parar, los más prepotentes y frívolos se reían a carcajadas del joven castaño, otros desaprobaban completamente aquellas palabras que salieron de la boca de la de cabellera lavanda, pareciendo un acto realmente cruel e indignante, mientras otros mas no daban crédito a lo que sus oídos acababan de escuchar, como era el caso de los compañeros de equipo de Seiya, exceptuando a Ikki, quien comprendía bien el sacrificio que Saori estaba haciendo para proteger a Seiya. Para Jabu por ejemplo, que a pesar de detestar a Seiya con todo su ser, sentía como el pedestal donde Saori se encontraba se derrumbaba lentamente, incluso para alguien como él, aquellas palabras parecieron despreciables.
Aioros se acercó a Seiya rápidamente...
--- ¿Seiya estas bien? Indago el maestro...
Silencio fue su única respuesta, el joven apenas y parpadeaba...
--- Ven conmigo Seiya, ya no tiene caso...
Con estas palabras Aioros se llevó al castaño con él, dando por terminado así el partido; con un gol en contra sumado al abandono por parte de los jugadores del equipo de Seiya, se dio por vencedor al equipo de Julián Solo.
Aioros guio a Seiya a la sala de maestros, aseguro la puerta quedando a solas con el joven que apenas y pudo mover sus piernas para caminar hasta el lugar donde ahora se encontraban. El mayor de los dos sentó al chico en uno de los sillones, posteriormente se dirigió a servir un vaso de agua, con el fin de intentar sacar del trance al castaño, ya se comenzaba a angustiar al no obtener respuesta del chico.
--- Seiya debes ser fuerte, el desamor es parte de la vida... Ya llegará alguien que cure todo ese dolor y Saori será solo el recuerdo de una experiencia que te ayudo a mejorar...
--- No vuelvas a mencionar a esa mujer... Susurro Seiya, quien al escuchar aquel nombre, volvió de su ensimismamiento...
--- Sé que estás enojado y dolido Seiya, pero debes dejar ir ese sentimiento... el show debe continuar... Aconsejo Aioros...
--- ¿Cómo poder seguir ahora?... Me siento desorientado, siento mi interior destruido, fragmentado en millones de pequeñas partículas atómicas que jamás poder recoger... Esa mujer ha destrozado mi vida, mis sueños, mi alma, acabo con todo a su paso. Decía Seiya mientras tomaba su cabeza a dos manos, tratando de contener su ira.
ESTÁS LEYENDO
🌠☄️DESTINO☄️🌠
Fanfiction🌜✨💫💐🌺🌟☄️🌠🎶...Este hilo nunca desaparece y permanece constantemente atado, a pesar del tiempo y la distancia. No importa lo que tardes en conocer a esa persona, ni importa el tiempo que pases sin verla, ni siquiera importa si vives en la otra...