Our Secret. [Secrets #2]

Capítulo 7.

Our Secret.

Capítulo 7.

Jules.

 Arrastré la puerta del dormitorio y observé a Grace sentada en mi cama, ella estaba un poco seria pero la expresión de sus ojos mostraba felicidad, inmediatamente le sonreí abiertamente y ella también lo hizo. Estaba feliz y tranquilo porque sabía que Codd no le haría daño. Grace con un arma en mano se veía sexy como el infierno y así la disfrutaría. Me gustaba tenerla así, siendo fuerte pero a la vez inocente, siendo sexy y seductora, pero aún con esa pequeña pizca de niña pequeña.

 Nuestros labios se encontraron en un desesperado beso, yo no podía fingir no estar enamorado de ella, sencillamente no era fácil. Acaricié lentamente su tibia espalda, ella balbuceó algo que yo no podía siquiera entender, estiró el cuello a un lado, dándome la señal de que quería que besara su cuello. Deslicé lentamente mis labios por él y ella soltó un gemido sordo, aún seguía siendo mentalmente virgen y eso me alegró. 

   —¿Por qué disfrutas que Dakota te bese? —logró decir contra mis labios.

 La callé con otro beso, pero ella volvió a insistir.

   —Dime —dijo, su respiración era agitada.

   —No lo disfruto, es la primera vez que ella y yo nos besamos —dije y volví a besarla.

   —Pero... —insistió.

 Me alejé solo un poco de ella, y la observé. Aunque ya había observado cada una de sus facciones, necesitaba simplemente verla, como si algo me estuviese diciendo que ella algún día se alejaría de mí. Sus finas cejas encajaban perfectamente con sus grandes y brillantes ojos grises, su nariz fina y larga la hacía ver aún más hermosa, sus finos labios estaban rosas y un poco hinchados, eso me hizo soltar una sonrisa divertida. Sus hombros estaban caídos y su pecho subía y bajaba en una respiración sincronizada con la mía, observé sus delgados brazos, sus dedos finos estaban tiesos, al igual que su mirada.

 Sentía una gran electricidad entre nosotros que pedía a gritos ser cancelada. Esa misma electricidad la había sentido en la fiesta de Codd, cuando estábamos juntos en el pasillo, pero ésta vez era diferente, ambos estábamos en mi habitación solos, besándonos. Grace deslizó sus dedos por mi mentón, sus ojos estaban un poco húmedos, siguió deslizando su mano hasta llevarla a mi muñeca y me haló hacia ella, uniéndonos en un desesperado y apasionado beso. 

 Grace me hacía sentir maravilloso, ella era demasiado perfecta para mí, ella era todo lo que cualquier chico pudiese querer. Ella arrastró sus pies hasta la cama, y se dejó caer. La observé, yo estaba encima de ella. Grace tenía los ojos cerrados y respiraba aceleradamente. Tantas veces había soñado con algo así, tenerla frente a mí, dispuesta a todo.

   —Sabes que te amo, ¿no? —dije casi en un susurro—. Pero no quiero que te sientas obligada a esto, como algún tipo de requisito para estar conmigo, solo porque sepas que obviamente no soy virgen yo no quiero que tú creas que...debes solo complacerme, porque yo podría estar junto a ti sin tener necesariamente sexo —asentí lentamente.

   —Yo no quiero que tengamos sexo —sus ojos se encontraron con los míos—. Yo quiero que me hagas el amor —su voz se quebró al final y me sonrió lentamente—. En cualquier momento deberé acostarme con Codd porque yo sé que él no dejará pasar cualquier oportunidad, pero... —suspiró—. No quiero que él me toque sin que tú lo hayas hecho primero —deslizó sus dedos por los botones de mi camisa—. Quiero que tú seas el primero en todo.