Our Secret. [Secrets #2]

Capítulo 23.

Our Secret.

Capítulo 23.

Tara.

 Nicolas me estaba acompañando mientras veíamos una película junto a Vanessa, que no se veía muy bien del todo. Cada día que transcurría era más intolerable que el anterior. No podía sentirme bien cerca de Mike mientras tenía que estar con Nicolas porque él me gustaba, pero cada minuto que transcurría me preguntaba si aún amaba a Mike, y todos los sentimientos encontrados que sentía cuando lo veía, solo podía indicar una cosa. Sin embargo, él no parecía estar interesado en mí, más bien, de un día para otro platicaba bastante con Grace lo cual me disgustaba mucho, aunque trataba de ignorarlo, al final Grace no era del tipo de Mike, pero, ¿yo seguía siendo del tipo de Mike?

 Ya era bastante tarde y Codd había salido a comprar bebidas porque planeaba que pasáramos una ‘’buena noche’’ que lo más seguro era que fuese muy aburrida, como todas las que él consideraba buenas.

 Al rato, Grace y Jules se acercaron al living también y se unieron a la película. A diferencia de Nicolas y de mí, Jules y Grace se veían bastante maduros, aunque todos en aquel lugar sabían que ellos eran pareja, aún así pretendían que nadie lo creyese. El día anterior habían discutido, pero todos sabían que ellos no dejarían de estar juntos por una patética discusión. Eso me hacía pensar mucho en Mike y en mí, ¿Por qué nosotros no podíamos superar una simple discusión? ¿Por qué nosotros no podíamos entregarlo todo al igual que ellos? Regresé mi mirada hacia Nicolas, que observaba fijamente la película y me preguntaba si estar a su lado, con nuestras manos entrelazadas y mi cabeza sobre su hombro era mi lugar, quizá no. Tal vez mi lugar era con Mike.

   —¿Sucede algo? —me murmuró Nicolas al oído.

   —No, amor, todo está bien —le sonreí.

 Grace me observó varios instantes y yo ya comenzaba a sentirme incómoda. Luego de un rato bajó Mike y se sentó al lado de Jules, y se unió a la película; pude sentir la mano de Nicolas tensarse sobre la mía, lo cual significaba que Mike le causaba celos y yo no entendía porque, hacía mucho tiempo que Mike no se me insinuaba o tramaba re conquistarme. Era nostálgico pensar que un chico que solo un mes te decía te amo, ya no sentía nada por ti, ni siquiera se limitaba a saludarte y preguntar como estabas.

   —¡Llegó su amo! —exclamó Codd entre risas, empujando la puerta de la casa.

   —¿Estás bebido, hermano? —preguntó Harry, que apenas iba bajando las escaleras.

   —Compré varias botellas de vino, champagne y whisky. ¿¡Quién quiere!? —casi gritó, alarmando a todos los del living.

   —Ven, pásame la botella —agregó Mike extendiendo un brazo.

 Codd le pasó la botella y Mike se bebió un largo sorbo, se la pasó a Jules y éste se la pasó a Grace y así sucesivamente hasta que la botella llegó hasta mí y bebí un sorbo muy largo. Codd se acercó al reproductor mp3 conectado al radio y colocó música bailable, en realidad no sabía lo que a lo que él quería llegar, pero ebrio o no, él no buscaba un buen final de todo eso.

 Después de unos minutos, bajaron Allison, Dakota, Jenna y Larissa. Ambas tenían vestidos diminutos, con escotes depravados y tacones altísimos que no entendía porque utilizaban, si pasaríamos el resto de la noche sentados en los sofás viendo películas, bebiendo y escuchando la patética música de Codd.