Capítulo 14.

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Our Secret.

Capítulo 14.

 Todos estaban de pie, tomando de los brazos a Zoe, disimulando que ella estaba drogada hasta la médula, hasta el punto de estar inconsciente. Pensé en retrospectiva, preguntándome que si ellos también me habían llevado así en la fiesta de Codd, y me dije a mí misma que prefería que Jules lo hubiese hecho solo, para que de alguna manera, fuese íntimo desde su perspectiva. 

 Subí lentamente las escaleras, tratando de no pisar la parte trasera de los pies de Harry, a pesar de la oscuridad. Codd abrió una amplia puerta blanca y dentro, había un tipo que trabajaba en el bar, Codd le entregó algo de dinero y lo despidió. La cámara estaba lista, había una cama con sábanas blancas donde Chaz estaba recostando a Zoe. Tomé asiento en una silla, al lado de Mike, él me entregó la laptop en donde estaba abierto algún tipo de blog que decía en grande en letras corridas, Zorretti. Habían varios vídeos, y en ningún lugar estaban plasmados los nombres de ellos. Empecé a bajar, y encontré mi vídeo. Mike observó mi rostro de melancolía, nuevamente me puse dura y regresé al lugar en donde estaba anteriormente.

 Jules entró segundos después junto a Dakota, tropezando sobre su propio paso. Le dirigí una fría mirada, y él trató de sonreírme, pero yo corrí inmediatamente mi cara. Estaba muy enojada con Jules, más de lo que en algún momento había estado. Al regresar mi mirada hacia Chaz y Zoe, él la estaba desvistiendo, Dakota estaba sobre una encimera observando el escenario, Tara estaba de brazos cruzados, un poco lejos de todo, Harry estaba al lado de la cámara y Codd la sostenía, con una sonrisa cínica, y ahí supe que todo eso que iba ocurrir era todo lo que le hacía feliz. Mike estaba serio, observando la pantalla de la laptop, Jules estaba sereno, pero en una postura rígida y yo estaba observándolos a todos, buscando una vaga explicación a la felicidad que los ojos de cada uno de ellos transmitía, y claro, no solo felicidad, había algo más como miedo, temor, rencor. Sobre todo en Tara, y fue ahí, en ese pequeño instante, observando sus calculadores y fríos ojos grises observando a Chaz y Zoe y luego a Mike, que me di cuenta de que ella estaba parada en ese lugar por la misma razón cruel que yo.

   —Recuerda perfectamente como estaba vestida y maquillada, Dakota —dijo Codd. 

   —¿Servirá la poca droga que le vertimos? —preguntó Mike como en un susurro.

   —Pidamosle a Dios que sí —respondió Codd.

   —Dios nunca ayudaría a personas como nosotros, —agregó Tara en la oscuridad—. Claro, si es que hay un Dios existente —se encogió de hombros.

 Observé la fría sonrisa que se formó en el rostro de Codd, como si se sentía complacido con lo que Tara había dicho de forma dudativa acerca de Dios. Yo no había sido criada en una forma religiosa, tal vez ni siquiera creía en todo eso del todo, pero si existía una razón por la cual yo estuviese viva después de todo lo que había ocurrido era gracias a Él, a pesar de todo, porque suponía que Él era la única persona que podía perdonar todo lo que gente como Codd hacía.

 Después de varios segundos, Zoe estaba desnuda y Chaz también. Nadie se alarmó, como si fuese normal ver a dos personas teniendo relaciones sexuales frente a ti. Traté de no demostrar mucho mi incomodidad, sobre todo teniendo la respiración y presencia de Mike muy de cerca. La luz de la lámpara de la cámara se prendió, estando fija sobre Chaz y Zoe. Tragué saliva, viendo la señal que Codd le hacía a Chaz con su mano y éste empezó a besar a Zoe. Regresé mi mirada a la pantalla de la laptop, en donde todo se veía con mayor claridad y las reproducciones subían cada segundo, llegando a millones, es decir, millones de dólares. Quedé estupefacta al ver todo lo que la pornografía podía lograr.

Our Secret. [Secrets #2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora