Capítulo 31.

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Our Secret.

Capítulo 31.

Grace.

 

 Estaba demasiado feliz porque el equipo que yo apoyaba había ganado. Salté y grité con muchísima emoción, demasiada, diría yo. Luego de ver a Dakota y a Jules besándose y a todos aplaudiéndoles, no tenía ganas de seguir allí. Yo sabía que Jules y yo no estábamos bien. Él también lo sabía. Pero él también sabía que aún estábamos juntos, pero cuando los vi besándose con tanta emoción que…

 ¿Aún seguíamos juntos?

 Había demasiado frío en la parte de afuera del gimnasio, la gente aún no desalojaba el lugar. Por suerte llevaba mi chaqueta, pero aun así mi cabello daba vuelcos en el aire por el viento y yo me daba calor frotándome los brazos.

 A los minutos vi a Dakota salir del gimnasio, pensé que toda la multitud vendría atrás pero aún se oían los gritos así que suponía que seguían adentro. Ella limpió la comisura de su labio inferior, como si aún tuviese una pizca de saliva que Jules le habría dejado. Por primera vez, no me sentí celosa.

   —¿Ya acabó? —solté como veneno.

   —Hmm, no del todo —me sonrió, pero continuaba caminando hacia mí.

   —¿Ya van a salir los chicos? —retrocedí tres pasos, algo en el clima me decía que no estaba bien.

   —¿Los chicos? Oh no, ellos…siguen celebrando —sonrió con tanto cinismo que comenzaba a sentir que me desmoronaba.

 Abrí la boca para decir algo, pero la cerré inmediatamente. Dakota corrió tan fuerte hacia mí que me di cuenta de que había retrocedido bastante. Tomó mi cuello con su mano y llevó mi cuerpo hacia un carro, dándome un fuerte frenazo con el vidrio del auto. Ahogué un grito.

 Por primera vez, verdaderamente sentía que me faltaba el aire. No sabía cuantos minutos habían transcurridos, pero debían haber sido bastantes porque sentía como mis pulmones ardían y gritaban desesperados por oxígeno.

 Traté de empujarla pero mis ojos estaban volteándose, me encontraba demasiado débil. No había oxígeno en mis pulmones. Traté de gritar pero solo conseguí que mi lengua guindara de mi boca.

 No podía ver, no podía respirar, no podía hablar.

 El dolor que causaban sus uñas acrílicas enterrándose en mi cuello comenzaba a relajarse, como si mi cuerpo comenzara a acostumbrarse, pero ella no me estaba soltando, estaba apretando cada segundo más fuerte.

 Todo era negro, ya no oía.

 Estaba totalmente ausente.

 Posiblemente muerta.

***

 Un frío invadió mi cuerpo, como una corriente eléctrica. Abrí lentamente mis ojos, sintiéndome aterrada por cualquier cosa que pudiese encontrarme. Casi de inmediato abrí mi boca para jalar una bocanada de aire. No sabía cuánto tiempo había transcurrido, ya casi había olvidado todo lo que había sucedido. Solo recordaba a Dakota golpeándome contra un automóvil. Pero algo sí, lo primero que pensé al despertarme fue en que el aire entrara hasta mis pulmones.

 Estaba en la habitación de una clínica. Aunque casi no sentía mis piernas, coloqué mis pies descalzos, sobre la cerámica fría e insípida y fui arrastrándolos, ya que me dolía siquiera afincarlos. Caminé por los pasillos vacíos de la clínica, debía ser algo tarde para que el lugar estuviera totalmente solo.

Our Secret. [Secrets #2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora