Our Secret. [Secrets #2]

Capítulo 8.

Our Secret.

Capítulo 8.

Dakota.

 Subí los escalones junto a Mike hasta el piso tres. Mike me estaba platicando sobre lo gracioso que sería ver a Chaz abusando de Zoe, y yo reía. Mis ojos se encontraron con Codd y Grace medio gritándose cosas. Mike y yo intercambiamos miradas y medio trotamos hacia ellos. El rostro de Grace estaba rojo por la rabia y Codd se ahogaba en su risa de victoria, empujé el torso de Codd para que se calmara y solo sirvió para que se enfadara más, tomándome bruscamente de las muñecas.

 Codd podía ser intenso y brusco cuando lo quería, tenía a su padre como el mejor profesor para ello. Él sabía perfectamente como hacer sentir mal y someter a las personas, sabía como mover las piezas y causar dolor. Él lo sabía todo y podía hacer mucho efecto en la vida de las demás personas cuando conocía los puntos débiles de ellas.

 Y como si fuera poco, él conocía los míos.

   —Ya cálmate, ¿Quieres una citación? —le espeté.

   —Dakota tiene razón, Codd —demandó Mike sujetando a Grace.

   —Esa mocosa tiene algún tipo de relación con Jules, ¿No les parece insólito de su parte? —medio gritó Codd.

   —Jules y yo no estamos saliendo —rezongó Grace zafándose de los brazos de Mike—. Si estuviésemos saliendo, ya hubiese estrangulado a Dakota por haberlo besado, ¿No crees?

   —La palabra ''estrangular'' te queda demasiado grande, transferida —resoplé dirigiéndome a Grace—. Pero Codd, no creo que estén saliendo porque si fuese así, tal vez Jules no hubiese accedido a salir conmigo esta noche. 

 Mike, Codd y yo observamos unos cortos instantes a Grace, esperando una expresión de enojo, una rabieta o por lo menos un lloriqueo. Pero ella solo se mantuvo seria, como hacía varios minutos atrás, con los brazos cruzados y en una posición rígida. Tal vez Codd y Mike se habían creído su rostro de niña dura que no estaba saliendo con Jules, pero yo sabía que ambos estaban fingiendo y Grace estaba aprendiendo más rápido de lo que me gustaría. 

 Debía eliminarla de mi camino.

   —Como sea, los estaremos vigilando —demandó Codd alejándose.

   —Vámonos, Dakota —agregó Mike yendo detrás de Jules.

   —Ya los alcanzo.

 Grace trató de irse pasándome por un lado pero yo la sujeté más fuerte de lo que le gustaría por el brazo, ella se estabilizó frente a mí y me fulminó con su mirada.

   —A mí no me engañas —arqueé la ceja—. Sé todo lo que tramas.

   —Cállate y déjame en paz —dijo tratando de irse pero nuevamente la sujeté.

   —Ambas estamos enamoradas de Jules, y yo sé que sí —crucé los brazos—. Así que planeo que hagamos una tregua.

   —No haré nada contigo —espetó.

   —¡Jules no te quiere! —medio grité—. ¿No entiendes que él solo quiere sexo? ¡Y tú, pequeña mocosa! —la empujé ferozmente—. ¡No puedes dárselo! ¡Y yo sí! ¿Quieres que él sea feliz? ¡Entonces déjalo estar conmigo! —grité enfurecida.