Capítulo 15.

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Our Secret.

Capítulo 15.

Tara.

 Dakota continuaba conduciendo, y ya llevaba diez minutos realizando lo mismo. Había sacado el cuerpo de Zoe de la bolsa y ella lloraba porque le era difícil respirar con todo eso de la cinta adhesiva. Trataba de no demostrarle que mis tripas se estaban contrayendo con solo verla, ver la expresión de dolor irremediablemente triste que tenía en su rostro, era la misma que yo tenía cuando me enteré que había perdido a mi hijo.

 La envidiaba desde cierto punto, porque ella estaría muerta y no trabajaría para alguien como Codd.

 Dakota aparcó en una casa que parecía abandonada, que se encontraba en medio de la nada y la grama estaba casi al punto de hacerla desaparecer. Bajé con mucha energía el cuerpo de Zoe, ella movía sus piernas en el aire mientras Grace me ayudaba a cargarla. Dakota encontró un camino en medio de la grama y con un empujón enérgico abrió la puerta. Nunca en mi vida había conocido aquel lugar, pero Dakota parecía conocerlo bien del todo. Empujé al suelo el cuerpo de Zoe y la observé. Ella lloriqueaba bastante, sus ojos estaban enrojecidos. 

 Después de dos minutos, Dakota regresó con un vaso de agua. Me senté al lado de Zoe, le quité lentamente la cinta adhesiva y ella rápidamente bebió agua. Sin decir más nada, ella se mantuvo callada, sollozando y gimiendo. Dakota estaba dando vueltas por toda la casa hasta encontrar una soga, para amarrar las extremidades de Zoe a un tubo de hierro que había cerca. 

 Mientras Dakota hacía aquello con ayuda de Grace, Zoe murmuró:

   —¿Qué me harán? ¿Por qué me hicieron todo esto? —gimió.

   —Mantente calmada, no te harán nada que no quieras —dije observándola de soslayo.

   —¿Grace...Bledel? —titubeó Zoe observando a Grace—. Yo...pensaba que eras una...buena chica.

   —Yo también pensaba eso —dijo Grace, acercando su rostro al de Zoe en forma de amenaza—. Pero resulta que ahora trabajo para Codd Bing.

   —¿Trabajar? ¿De qué hablas? —sollozó nuevamente Zoe.

 Dakota dio otra vuelta por la cocina, mientras Zoe lloraba y Grace amarraba su cabello en un moño. A veces me preguntaba como estaba ella respecto a todo lo de Jules, porque el día anterior no se veían muy bien que pudiese decir, pero no quería preguntarle, me parecía que ella lo mantenía muy personal. 

 Al rato, Dakota volvió con un vaso grande y un líquido amarillo que hacía pequeña burbujas, lo colocó al lado de Zoe, y Dakota se ahogó en una fuerte carcajada.

   —¿Qué es eso? —preguntó Grace.

   —Ácido sulfúrico —dijo Dakota con una sonrisa divertida—. Si tú, maldita mocosa, —se dirigió a Zoe—. Haces un movimiento para escaparte, este vaso de ácido sulfúrico se derramará y ¡Boom! —rió Dakota.

   —Siempre has sido una maldita perra —murmuró Zoe.

   —¿Ah sí? —agregó Dakota tomando un dedo de Zoe—. Dime quién lo es ahora.

Our Secret. [Secrets #2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora