Olvidarte es Imposible.

Capítulo 2

Noche loca.

   Más de media hora. El mundo arderá si me tardo más de media hora. Reviso de nuevo mi reloj y el mundo está por arder; ¡tengo cuarenta minutos de retraso! La celebración (borrachera) por el cumpleaños de mi hermana ha comenzado y solo espero que Julia no esté muerta del coraje.

Llego a la entrada del bar “Juste un baiser”, entrego las llaves al ballet parking y me dirijo dentro de uno de los bares más caros y ridículamente modernos en la ciudad. En este tipo de lugares, siempre es habitual que los “famosos” de la televisión local, vengan después del trabajo. El sitio perfecto para que los hombres vengan en busca de mujeres fáciles, y que las mujeres fáciles, vengan en busca de idiotas con cuentas de banco asombrosas.

Antes de entrar totalmente, tomo una bocanada de aire, para poder enfrentar lo que me espera y entro. El ruido, la gente y los meseros hacen que me cueste ubicar el reservado que Julia me ha dicho, ya en la barra, para en busca de mi hermana, encuentro el lugar dónde se localiza. Al llegar, me encuentro con aquel grupo de mujeres.

Julia, la festejada es mi hermana mayor. Divorciada y muy guapa, cree que por cumplir treinta años ya no tendrá la oportunidad de volverse a casar. Lo que no sabe es que Jaime la ama y,  no ha parado de pedir perdón por ver porno en su computadora.

Fernanda, la mejor amiga de mi hermana, una bisexual potente y súper sexy. Morena, alta y con unos ojos color miel que derriten a cualquier hombre, acompañada por Rebeca, una casi cuarentona, también amiga de mi hermana, ambas son una combinación peligrosa de Femme Fatale, hermosas y con un cuerpo de envidia. Nunca pasan desapercibidas.

Tania, es una joven, la más joven del grupo. Amiga de mi hermana por su trabajo, casi no la conozco, pero es agradable y muy linda. En su cara aún se ve la inocencia. Hasta que toma alcohol.

Por último, Jazz, mi amiga y más querida confidente. De mi estatura, delgada y morena con el pelo más lacio que he visto en mi vida. También es bisexual, aunque casi estoy segura que lo suyo son los hombres.

Todas lucen como siempre: Súper mujeres al estilo Victoria Seecret, con facha de todo poderosas, seductoras dominatrices.

-      ¡Andrea! Carajo, te estamos esperando desde hace más de media hora, ¡y es mi cumpleaños!- grita Julia tratando de hacerse oír.

-      Lo sé, perdón… tuve un pequeño imprevisto. Me encontré a alguien y…

-      ¿Un hombre?- dice Rebeca.

-      Si… o un monstruo, no lo sé.

-      ¿A quién?- dice Jazz, al momento de darme un abrazo por mi llegada.

“Piensa por un momento Andrea, ellas saben todo, incluyendo a Julia, todas te vieron llorar y saben la clase de hombre que es Sergio De Anda en tu vida; así que diles con cuidado.”

-  Prometan no gritar.- les advierto.

-  Prometido.- dicen todas al unísono.

-  Sergio De Anda.

Gritan.

         -¿Qué?, Sergio… ¿ese Sergio?- pregunta Jaz

-  Sí, ese Sergio… ¡dios! Fue tan… él. Confiado, seductor, idiota.- contesto con aire de remembranza, eso es lo que me gusta de él.

-   Es un…. ¡Cabrón!- dice Julia

-  De todas maneras, está buenísimo.- Responde Fernanda y toma un sorbo de su margarita.- ¡No sabes qué envidia te tengo! ¡¡te lo tiraste!!