Capítulo 38

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Hoy he estado muy contenta: Desde una mañana de sexo amoroso hasta un día de trabajo productivo.

Hoy, Lía comienza clases de canto, yo juraba que estaba metida en la moda, pero al parecer, no es así. Todavía es una niña.

Cosas han cambiado. Jazz ya no vive en México, se casó en secreto, y ahora vive en alguna parte de Italia.

Mi hermana, casi no viaja. Ahora ella es ama de casa y está embarazada. Otra vez.  El embarazo, se ha vuelto de alto riesgo, por lo que trabajar, viajar o tan solo  correr, es peligroso. Yo la voy a visitar cada que tengo tiempo.

Los años, han hecho que muchas cosas pasen. Se ha llevado amigos, pero ha dejado a otros. Se ha llevado amores, pero los ha devuelto. Se ha llevado a personas, y las convirtió en ángeles.

En cuanto a los amigos, puedo decir que tengo una muy buena amiga. Raquel, es una mujer muy fuerte y trabajadora. Me ha apoyado en muchas cosas y también me ha puesto los pies en la tierra para muchas otras cosas.

En tres días es mi cumpleaños. Estoy entrando a los fabulosos 30. Llevo ya tres años viviendo con Sergio, y estamos bien, pero... Por alguna razón que no sé, no me ha pedido que sea su esposa. Raquel dice que le doy mucha importancia al tema, pero yo no siento lo mismo.

Lía ya es una señorita, y a pesar de que solo soy la novia de su padre, me dice mamá. Me da tanta risa, por que me ha dicho así frente a muchas personas, en especial delante de otras madres. Todas se asombran ante eso, creen que me embaracé a los 17.

No tengo ningún problema. Pero ya estoy saliendo de mis 20's y aún, no soy mamá. Bueno, no madre de un hijo propio. Quiero eso con Sergio. Quiero... Compromiso. Un compromiso y una familia real.

Por lo mientras, voy en camino al restaurante en el que me quedé de ver para comer con Raquel. Voy saliendo del trabajo, por lo que ponerme muy guapa, no es mi máxima prioridad. Sólo tengo puestos unos pantalones de licra negros, unos botines de tacón del mismo color, una blusa blanca y un saco gris. El cabello, como siempre lo tengo suelto.

Llego rayando al restaurante, donde Raquel, que ya está sentada a la mesa. Habla por teléfono, y se le ve algo eufórica. Esa mujer siempre lo está.

Cuando llego y me siento frente  ella, su expresión cambia. Mucho. Cuelga el teléfono y se pone nerviosa. Comienza a rascarse el brazo.

- ¿Todo bien?- pregunto algo preocupada.

- ¿Yo?, Sí, todo bien... Vamos a un lugar más tranquilo. - Responde muy nerviosa, volteando para todos lados.

- Ya estamos aquí Raquel.- algo me oculta la mujer.

- Mira... Es que... Pues...

De pronto oigo la voz de una zorra ya conocida, y volteo. Pero nada me prepara para ver a Sara, sentada frente a Sergio. En el mismo restaurante que yo.

Ella le coquetea, y él le está sonriendo.

- Mierda, mierda, mierda...- murmura Raquel.

- Tienes razón, vámonos de aquí.- le digo parandome sin voltear atrás. 

******

- Mamá, ¿estas bien?

- Sí.  Sólo que el trabajo hoy estuvo algo pesado. ¿Como estuvo tu clase?

- Bien... Es decir, no soy la próxima Lana del Rey, pero creo que tengo futuro.

Llegamos a casa. Ni siquiera he comido, traté de llamarle a Sergio, pero por alguna casualidad del destino, o bien, por que sigue con ella, su celular está apagado.

Olvidarte es Imposible.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora