Estoy sentada al pie de la cama, contemplando las fotos, recuerdos, analizando cada olor y cada color. No puedo hacerme a la idea de que él ya no está.
Nada parece real. Todo pasó tan de repente. Nunca entenderé por que Dios decide llevarse a las personas, y mucho menos, creo que llegue el día en que entienda, por que se tiene que llevar a las personas como Max. A Dios no le hacen falta en el cielo, allá ya tiene muchos ángeles. Estas personas nos hacen falta acá en la tierra, para poder demostrar que aún hay gente por la que vale la pena la raza humana.
No he parado de llorar. En cuanto pasó todo el problema, se ancló al escándalo que atrae Sergio de Anda. No sé que será lo más difícil de lidiar el día de hoy, si el entierro de Max, el conocer a su madre en estas circunstancias o enfrentar a los medios por todo lo anterior.
Julia y Jaime ya están aquí. Me esperan en la sala, junto con Jazz y los amigos de Max. El mas afectado en todo esto es George, que al igual que yo, no para de llorar.
Lía sigue secuestrada. Los hombres que se la llevaron son sus tíos. Pasa lo siguiente: Gregorio ha siso encontrado el culpable de la muerte de Marcia, tal y como lo había dicho Sergio. Pero, con lo que no contábamos, es que él y su familia, están metidos hasta el cuello en deudas con el narcotráfico. Sus por eso, que necesitan desesperadamente el dinero que Lía tiene en su fideicomiso.
Lo de menos sería que Sergio diera el dinero, y dejara el fideicomiso intacto, pero asciende a más de 7 millones de pesos. Dinero, que Sergio no tiene. La negociaciones con los hombres aquellos, se ha extendido, hasta llegar al acuerdo de mantener a la niña viva mas tardar hasta el jueves. O sea en ocho días.
La tensión nos está matando a todos, por que a pesar de las negociaciones, no sabemos si Lía está bien .
Cuándo salgo de la habitación, media hora después, Julia y Jaime están viendo mis fotos. Es un álbum que hice hace poco, dónde sólo estábamos Max y yo.
- Ya nos podemos ir. La madre de Max estará esperando en el panteón.
Ambos me voltean a ver y Julia, sólo asiente con la cabeza. En silencio, nos vamos a el velatorio.
Yo quería que Max fuese cremado, así, una parte de él no me dejaría sola, pero su familia se negó. Al ser solo la novia, las decisiones eran de su madre y hermanos.
Max no tenía papá. Al parecer, falleció hace muchos años, tratando de cruzar como inmigrante a U.S.A. y su madre, de alguna manera, pudo sacar adelante a tres hijos. Ella sola.
Max fue el hijo mediano de tres. Ana y Karen, son sus hermanas, ambas casadas y con hijos. Max siempre fue un hermano leal y muy cariñoso; un hermano que protegía lo que amaba y daba todo de sí. Perseguía sus sueños, Dios, lo hizo hasta el final. Aunque yo no las conocía, Max siempre hablaba de ellas, las tres mujeres eran su adoración.
Salimos de mi departamento, esquivando paparazzis y cámaras de video; para irnos directo al lugar dónde velamos el cuerpo de Max.
****
Estoy ahí, sentada en un sillón, vestida de negro, con los ojos hinchados y la vida rota.
- Hola... ¿Andrea, verdad? - me dice una señora canosa, pero guapísima. Se parece a Max, así que ya no tengo duda de quien es.
Estiro la mano, pero lo que recibo es un abrazo enorme y reconfortante.
- Sé cuánto amas a mi hijo.- dice entre sollozos.- Él también lo hizo.
- No es justo... ¿Por qué él?
- Por que es la vida, mi niña. Cuándo su padre murió, nunca me atreví a mirar a otro hombre de nuevo. Él fue el amor de mi vida.
- Y Max, es el amor de mi vida. Siempre lo será.
- Niña... Tú bien sabes que no es así. Mi hijo, fue un hombre bueno y muy cariñoso...
- Era casi perfecto. Excepto por la manía de comerse las uñas. - Trato de quitarle un poco de peso a la platica, pero eso me hace llorar más.
- Sí, excepto por eso. - concede la madre de Max, con una sonrisa triste.- Andy... ¿Puedo llamarte así?
- Claro...
- Sé que es pronto, tal vez demasiado. Pero si no te lo digo ahora que estoy un poco cuerda... No te lo diré nunca. - Se queda callada unos segundos, tratando de controlar las lágrimas.- Ese hombre que está allá.- dice dirigiendo la mirada a la puerta.- ese es el amor de tu vida. Mi niña, no lo dejes ir, no quiero que pases por la vida sola, no como yo. A simple vista, salta la electricidad que hay entre ustedes. Y eres afortunada, por que muy has personas pasan el resto de su vida, buscando historias y sentimientos como el suyo... Pero nunca lo encuentran.
Volteo a verlo. Ahí está. Con preocupación, dolor y mucha presión sobre sus hombros. Aún así está aquí... Por un amigo, por mí. Cuándo nuestras miradas se conectan, es palpable las emociones. Nunca las dejé de sentir, yo siempre lo he amado. Olvidarlo no tiene sentido, por que simplemente es imposible.
- Es a lo que me refiero, mi niña. Max hablo conmigo el día antes de todo esto. Me pidió que te diera esto.- saca de su bolsa una caja de terciopelo verde y me la pone en las manos.- Era de mi abuela, ella fue una guerrera, a quien le rompieron el corazón muchas veces. Al igual que tú, fue afortunada. Encontró a la persona que la hacía complementarse. Aún y estando viejitos, eran palpables la intensidad de sus emociones. Este anillo, sirvió para que unieran sus vidas, y para mí, es un gusto dártelo.
>>Max nunca mintió. Él siempre habló con la verdad. El día que me dijo, que tú eras "La buena", cómo solía decir... Supe que eras especial, por que él nunca se había enamorado. Él te ama, lo sé. Pero su corazón era tan enorme, que sé que en algún momento te hubiese dejado ir con tu verdadero amor. - Abre la caja y lo que me encuentro es un hermoso anillo com una esmeralda rodeada de rubíes pequeños. Es hermoso. La madre de Max me lo pone, y me queda a la perfección.- Te lo dije, mi niña. Estás destinada para él.
Con eso, y un largo abrazo, la madre de Max y yo, formamos un lazo invisible. Nos une el amor, la admiración y la gratitud. Nos unió Max.
Sé que está en el cielo, no por que así lo espere. Si no, por que es el lugar que se merece un hombre como él.
Ya más tarde, el cortejo fúnebre avanza hacia el panteón. Diría que el cielo estaba triste y que llovía. Pero no. La naturaleza nos regalaba un sol amplio, el cuelo espolvoreado con nubes blancas y había hasta cierto punto algo en el ambiente... Algo que no puedo describir más que con la palabra: Paz.
Todo lo que Max se merecía para si. Un día perfecto, por que él lo era.
El entierro fue muy emotivo. La madre de Max, sus hermanas y yo, estuvimos juntas todo el tiempo. Nos une el mismo sentimiento, el mismo hombre. El hombre al que siempre le voy a estar agradecida, al que siempre voy a amar. Me enseñó a ser yo misma, a no tener miedo, a ser una mujer con convicciones y sueños. Me enseñó como curar a un corazón roto y a cambiarlo por uno enorme.
Desde la fila de enfrente, con Julia y Jaime, un atormentado Sergio se encuentra. Tiene los ojos hinchados, la mirada perdida y presiento que la fuerza rota. Ahora ya sé cuál es mi misión en la vida: curar no sólo a un corazón, sino también a un alma.
HOLA HOLA!!!
CHICAS: CAMBIÉ LA PORTADA DE LA NOVELA, POR UNA DONDE APARECE BRIT MARLING, MI ANDREA. ¿QUÉ LES PARECE?
¡¡¡COMENTARIOS Y VOTOS BIEN RECIBIDOS!!!!
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Olvidarte es Imposible.
RomanceImagina esto por un momento: Un novio perfecto, una hermana adorable, una amiga incondicional y el trabajo que amas. Andrea tiene todo eso, pero solo Dios y ella saben que le falta algo, y ese algo se llama Sergio de Anda. Él, quien un día le rompi...