Capítulo 12

4.3K 311 26
                                    

Estoy tan ocupada que no puedo ni respirar cinco minutos sin que tenga otra cosa por hacer. El vestido de novia, los padrinos, las invitaciones, la iglesia, el salón; el banquete - maldito banquete-, todas esas cosas que tienen que ver con una boda. ¡Ah! Súmale mi trabajo y tratar de localizar a mi hermana para decirle.

Todo es un caos. Sebastián y yo aveces terminamos agotados. Tanto que no hemos hecho el amor en mas de dos meses. Casi siempre estamos trabajando hasta tarde, visitando una iglesia, un salón o viendo alguno que otro jardín u hotel; lo que hace que al final del día, terminemos exhaustos y no tengamos ni fuerza física o mental para hacerlo.

Apesta. Me siento más estresada, más tensa y con los nervios a flor de piel. Y todo es culpa de Sergio.

Yo no quiero fallarle o hacerle sentir a Sebastián lo que en un momento yo sentí con Sergio. De mi parte sería uno de los peores errores que puedo llegar a cometer. Al menos es lo que siento como justo.

Con Alexa... Dios hoy es mi venganza. Han entregado el primer paquete de invitaciones, entre ellas las de la cena de ensayo y yo entregaré las correspondientes en mi trabajo.

Camino, muy linda yo en mi vestido color café ceñido tacones altos y el cabello bien peinado. Soy consiente de venir un poquito mas arreglada de lo común al trabajo, pero no me importa. Llego a la mesa de Helena, en donde ella está trabajando, entro sin tocar a su oficina, siempre abierta.

- Hola.- digo cuando tomo asiento en la silla con respaldo de cuero enfrente de su escritorio de roble.

- Sí...- dice escribiendo en la computadora.

- Helena, vengo a entregarte algo importante.

- Ajá... ¿del trabajo? - revisa unos papeles y escribe de nuevo.

- No. Me voy a casar, te tengo la invitación para la cena de ensayo y la recepción.

Para lo que acaba de hacer y me mira a través de sus lentes, tiene el ceño fruncido y una visible confusión.

- ¿Con quien te casas?

- Hasta la pregunta es necia. Con Sebastián, mi novio. - lo digo con un tono de " ¿Te acuerdas? ¡El tipo con el que vivo desde hace siete meses!"

- Y, ¿Estas segura?

- Si...

- Sergio de Anda ya lo sabe, ¿cierto?

-  No. Creo que no tiene por que enterarse de lo que yo haga con mi vida. ¿Por que si quiera él ha aparecido en esta plática?

- Mi niña, hace años que te conozco. Tus padres fueron mis amigos y tu eres prácticamente una hija para mi. Quiero que seas feliz, y de verdad que creo que estas cometiendo un gran error aquí. No es justo para ti y para Sebastián. Lo peor es que lo sabes.

- Bueno. Es que no creo  que sea un error, más que eso, creo que es lo mejor. Sebastián es una grandiosa persona y un excelente ser humano. Es atento, amable y me ama. Cosas que ciertamente Sergio nunca sera, además, él no me ama.

- Mi niña, yo no me voy a meter, pero hay ciertas cosas que tienes que ver para que sepas que no todo es como parece ¿Donde quedó tu instinto de periodista? Yo ya hubiera investigado toda la verdad acerca de ese hombre. No todo es lo que parece.

Me quedo callada. Nunca quise investigarlo, tenia miedo a encontrarme con cosas que me dolieran, con algo que me reforzara la idea en la mente de lo cabrón que es.

- La cena de ensayo es el viernes a las 9 en el restaurante del hotel Diamante. Nos encantaría que fueras.

Deslizó la invitación por el escritorio, hasta dejarla en sus manos, y salgo de ahí.

Olvidarte es Imposible.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora