Capítulo 9

4.2K 309 9
                                    

- ¡Me haces el hombre más feliz del universo!- Se levanta de la silla y corre hasta mi lugar. Me toma de la cara, llenándome de besos por todas partes.

¿Que acabo de hacer?

- Bien, y ¿cuando traemos tus cosas?

Me bloqueo de inmediato, y sin pensarlo le digo:- ¿Tiene que ser tan rápido?- sus ojos se abren de par en par y antes de que tenga una réplica de su parte suelto:- Es que primero necesito hablar con mi hermana de esto, darle la noticia a Jazz, ver la cosas que me llevaré.

- Si, perdón... Pensé que lo habías dudado y que no querías, de verdad que me pensé mucho el decirlo. Dios, estoy mas nerviosos que cuando me acerqué a hablar contigo ese día.

- Si... Lo sé, yo también estaba nerviosa.

Mentira. Ese día estaba destrozada, dolida y muy vulnerable.

- Nunca te pregunté, ¿pero por qué estabas nerviosa ese día?

- Pues... Pasaron demasiadas cosas. Nos dieron el testamento de mis padres, y nos tuvimos que pelear con la tía Rosa. Ya sabes lo demás.

- Claro... Perdón por preguntar, no pensé que eso te hubiese afectado tanto.

Si. Soy huérfana y Julia es mi única familia. Nuestros padres murieron cuando yo tenia 16, ellos tuvieron un accidente de auto, que sospechosamente les ocurrió después de una pelea con mi tía.

Tardamos años en recibir la herencia, pero cuando cumplí los 21, nos hablaron para recibir nuestra parte proporcional. De toda nuestra familia, no se por que Rosa estuvo presente, si ella, menos que nadie, quiso adoptar nos en su casa.

De hecho, nadie quería. Adoptar a dos adolescentes no resultaba tan bueno, pero hasta que mi abuela acepto, no por que mi madre fuera su única nuera, o por que mi padre fuera su hijo mas exitoso. No. Fue por que estaba demasiado grande y quería a alguien que le ayudará a limpiarse y bañarse. Nosotras nos acomodamos a eso, además, que aportabamos a la casa con el poco dinero que nos llegaba por la herencia y los seguros de vida.

Pero en fin. Nunca pudimos probar que mi tía Rosa fue la culpable, aunque, hasta la fecha, seguimos estando seguras.

- Está bien. No era gran cosa. Además, hace años que aquello ya pasó.

- Sabes, desde el día en que te vi, supe que eras la chica, la mujer que me haría amar.

Me quedo paralizada. Otra vez. ¿Que le digo? ¿Que se supone que diga?

- Eso es muy halagador Sebastián. En verdad.

- No soy tonto Andy... Sé que tú no me amas. Pero por mi vida, que quiero ser el hombre que te haga amar de nuevo. No sé quien te haya hecho tanto daño. Pero lo que sí sé es que yo no quiero que sufras más, quiero que seas honesta, abierta al amor. Quiero que me dejes amarte.

No digo nada. Soy una maldita. Sé que Sebastián es un buen hombre, que me quiere, que es serio conmigo. Me ha demostrado que le importo muchísimo, tanto como para pedirme que me mude con él.

FLASHBACK

- Preciosa.- dice Sergio al verme salir de su habitación.  Últimamente paso mucho  de mi tiempo aquí.

Hoy es mi ceremonia de titulación y estoy enormemente feliz. Tengo puesto un vestido de seda color verde esmeralda, el cabello recogido en un moño alto y estilizado. Destaqué mis ojos con un negro ahumado y debo decirlo, el escote palabra de honor que tiene este vestido es muy favorecedor para mí.

- Eres una visión Andrea. Totalmente, tendré que apartar muchas miradas  de ti hoy. - dice atrayendome hacia él para darme un beso pluma en los labios. Lo que él no sabe es, que cuando me toca,  aún y sea el roce inocente de sus manos, me hace temblar, suspirar de dicha.

Olvidarte es Imposible.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora