- ¿Estás bien?
- Sí, gracias.
- Entonces, ¿quieres que te ayude?- me quita la bolsa de las manos y comienza a caminar hasta el contenedor. Lo sigo con la mirada y después camino tras de él.
- ¿Tienes más de estas?- me dice cuando tira la bolsa al contenedor.
- Sí. Me estoy mudando, y creo que empaqué demasiada basura.
Me extiende la mano y yo la recibo com gusto. - Me llamo Maximiliano. Pero me puedes decir Max.
- Mucho gusto Max, yo soy Andrea, me puedes decir Andy.
Sonríe y baja la cabeza, como viendo al piso. - No lo puedo creer, ¿vives en el departamento del tercer piso, cierto?
- Sí.. - contesto con cautela.
- Pues, en ese caso, hola vecina. Vivo en el segundo piso. Vamos por tu basura.
Ambos regresamos y lo dejo pasar a mi casa. Rápido, escondo el velo del vestido de novia, ya que resulta que me regresaron el vestido. Dos veces.
- Vaya... ¿cuándo llegaste?
- Hace unas horas, como a las doce.
- Pues trabajas rápido. Ya tienes media casa acomodada.
- No, te aseguro que la cocina y la habitación de invitados está hecha un asco. - saco una caja con papeles y cosas que he decidido tirar en el último momento. Y de inmediato Max me la quita de las manos.
- Yo saco esto.- baja las escaleras y antes de salir por completo, me guiña un ojo. Me derrito.
Max es alto. Tiene unos rizos muy lindos y el cabello un poco largo, es fornido y tiene una sonrisa que derrite. Su voz es grave, y sus ojos marones contienen una de esas miradas tan intensas que jamás olvidas. Trae puesto unos pantalones de chándal y una camiseta sin mangas negra. Un tatuaje en la espalda , que sobresale un poco de su axila, ya que su camisa tiene las aberturas largas a los costados; y deja ver que está mas que en forma. Si. El tipo es un bombón.
- Bueno, creo que eso es todo...- dice cuando llega a la puerta de mi casa.
Después de lavarse las manos, un silencio cómodo se hace entre los dos.
- ¿Quieres una copa, o tal vez agua...?
- ¿Tienes cerveza?
- Nop. - se queda pensando en mi respuesta unos segundos y pregunta nuevamente
- ¿Ya comiste algo?
- Ehhh... No en realidad, solo picotee.
- Bueno, qué te parece si yo me encargo de la cerveza y tú encargas la pizza. - saca una tarjeta de su cartera que contiene el numero de una pizzería y me la da.- Las de ellos son geniales. Lo juro.
- Está bien, ¿alguna en especial?
- Mmmm soy vegetariano, así que para mi una margarita.
- No soy vegetariana, pero amo la pizza margarita.
- Okey, en media hora llego, me baño, me cambio de ropa por algo decente y llego con la cerveza.
Asiento con la cabeza y el desaparece por los escalones rápidamente. Me quedo viendo unos cuantos segundos a la vegetación que tengo frente a mí, hasta que me me doy cuenta y hago lo mismo que él.
Media hora más tarde, ya me he bañado, y quitado esa maldita blusa toda rota. De verdad que debo considerar cambiarla por otra.
Me he puesto una falda beige cómoda que me llega hasta las pantorrillas, algo abombada, debo decir. Una blusa gris sin mangas y unas flats; el cabello me lo he dejado suelto para que se seque.
Saco platos y tapetes para la mesa de centro, coloco unas almohadas en el suelo y pongo algo de música. Estoy cantando una de The Aveth Brothers, cuando tocan a la puerta.
- ¡Hola vecina!- volteo a verlo y parece uno de esos súper modelos de pasarla. Tiene unos pantalones de mezclilla deslavados y una camiseta de manga corta color azul y unos tenis. Su cabello está desordenado, pero tiene los rizos marcados. Simplemente es guapísimo.
Menea una caja de cervezas y sonríe.- ¿Y la pizza?
- Oh, hola. La pizza está por llegar.
- Bueno... ¿Puedo pasar?
- ¡Claro! - pasa y se queda viendo los almohadones en el suelo. - Me gustan tus sillas.
- Bueno, gracias.
Saca una cerveza y me la ofrece, después toma una para él. Minutos mas tarde llega la pizza y la ponemos en la mesa.
- Efsta delifsiosa...- digo con algo de pizza en la boca y la mano cubriendome.
- Te lo dije, la mejor. - le da un trago a su cerveza- ¿Que te trajo a Guadalajara, Andy?
- Trabajo. Principalmente. Y tú, ¿eres de aquí?
- No, yo soy de Monterrey. A mi me trajo un sueño.
- Ah, ¿si? ¿Puedo preguntar cuál?
- Actuar, soy un artista. - dice con una voz de burla. - Pero por ahora estoy en el modelaje. ¿Y tu que haces?
- Soy periodista.
- Ahhh... Estás en el medio... Dime más, dime más.- mueve las manos en forma exagerada y me hace reír.
- Bueno, seré la presentadora del noticiero principal de la nueva cadena de televisión.
- Eso es totalmente genial Andy.
- Sí, lo sé.
La plática entre nosotros se extiende hasta las ocho de la noche. Max es un tipo genial y muy chistoso, con un estilo muy relajado. Congeniamos muy bien y pese que al principio pensé que era gay, es enteramente heterosexual.
El domingo también es un día agradable. Max me lleva a recorrer la ciudad y visitar a algunos museos. Su compañía es agradable y aunque sé que hay una atracción fuerte entre ambos, agradezco que no intente nada más.
El lunes que llego a las instalaciones, me presentan a Roberto, quien será mi jefe y productor del programa, a Salma, la jefa de cámaras y a Gloria, mi maquillista. Esta semana, se están afinando todo el proyecto, y trabajaremos en todo, además falta la llegada de otras dos personas que se encargaran de dar notas secundarias. Me encanta toda esta libertad, ya que podré buscar notas importantes y presentarlas yo misma. También podré hacer entrevistas a personalidades; lo que en emociona de sobremanera.
Solo, por ser el primer programa, nuestro invitado de honor y padrino, será ¡la mismísima Denise Dresser!
La vida en Guadalajara y mi vida profesional, lucen perfectamente geniales y prometedoras.
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Olvidarte es Imposible.
RomanceImagina esto por un momento: Un novio perfecto, una hermana adorable, una amiga incondicional y el trabajo que amas. Andrea tiene todo eso, pero solo Dios y ella saben que le falta algo, y ese algo se llama Sergio de Anda. Él, quien un día le rompi...