Capítulo 51

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Leosville, 23 de Octubre del 2009

T.J tocó el piano intentando buscarle un ritmo a la frase que Griffin había escrito. Llevaba unos diez minutos pensando en qué podía hacer para lograr sonar acorde y sentía que lo que hacía no era suficiente. Axel se acercó con la guitarra y siguió los acordes que T.J había escrito en una hoja.

Griffin los observó desde el otro lado de la habitación, estaba sentado en uno de los sillones puf del suelo y tenía su bajo sobre sus piernas mientras que pensaba en cómo podía continuar la canción. Al escuchar la melodía que Axel estaba tocando se le ocurrió una idea, tomó el lápiz que estaba detrás de su oreja y anotó la palabra estrofa en una hoja en blanco.

—No pares de tocar—le dijo—. Conocí a una chica que iluminaba al entrar—tomó el bajó y tocó un par de acordes al mismo ritmo de Axel—. Su rostro, su cuerpo, su forma de hablar.

—Hacían que yo no pudiese entender, que había sido de mí aquella vez—continuó T.J.

—Desde aquella vez—arregló Axel, los chicos lo miraron—. Suena más romántico.

Gino tomó su guitarra.

—Continúen y yo toco—les dijo.

T.J se levantó de la silla y se acercó a Griffin para tomar la libreta de sus canciones y el lápiz. Anotó lo que habían cantado hace unos segundos para que así no se les olvidara nada.

—Tenemos ya una estrofa—aseguró—. Cuatro tiempos, no necesitamos más que eso.

—La vi sentada en el parque y todo se frenó—cantó Axel.

—Una canción para Jane, perfecto—dijo Griffin—. Anota esto: ella siempre fue el sueño que quiero soñar.

—Eso no le rima a la canción—habló Gino.

—Ella siempre fue el sueño que deseo conocer—acomodó.

—Mmm me gusta pero no para el siguiente verso—habló Gino—. Esto de hacerle la letra a las canciones no va conmigo, pero sé que no combina. Le falta algo más.

—La vi sentada en el parque y todo se frenó—tarareó Axel—; ella me miró y desde ahí comenzó la historia de amor que todavía quiero tener—miró a Griffin—. Ella siempre fue el sueño que deseo conocer.

T.J aplaudió al instante, Gino lo miró con curiosidad y luego rió.

—Fue hermoso—mencionó el chico—. Ojalá yo escribiera canciones así de fácil; media hora y no pude hacer una melodía linda.

—Fueron como cinco minutos que estuviste sentado—recordó Gino.

—Pero lo sentí como si hubiese sido media hora—Griffin rió.

—Yo sólo quiero decir que si al público no le gusta la canción en las primeras dos estrofas pues que pésimo gusto tiene el mundo.

Gino iba a responder cuando el sonido del celular de Axel hizo aparición en la habitación. Axel corrió a buscar su teléfono y una sonrisa apareció en su rostro, era Jane quien llamaba.

Hizo una seña para que hicieran silencio y atendió la llamada.

—Hola Jane—dijo con entusiasmo.

—Dulce, ¿cómo estás? —escuchó—. Te extraño.

—Yo también te extraño—hizo el sonido como si le estuviese dando un beso.

T.J miró a Griffin e hizo un gesto de vómito, Griffin echó una carcajada por eso haciendo que Axel volteara a verlos y los mandara a callar.

— ¿Los chicos están ahí? —preguntó ella.

Cuando sólo era Axel #KlossDonde viven las historias. Descúbrelo ahora