Cuando sólo era Axel #Kloss

Capítulo 13

Coramora, 01 de Junio del 2009.

Axel, Griffin y Gino estaban reunidos en el Dush, Jenny les había llevado las hamburguesas hace un rato y estaban intentando pensar cómo podían hacer el diseño para el volante que querían entregar.

—Necesitamos un título llamativo—dijo Griffin con la mitad de la hamburguesa en la mano, le dio un mordisco—. Escribe gratis en mayúsculas, así tenemos la atención para que se paren a leerlo.

—No hables con la boca llena—se quejó Axel asqueado—. ¿Por qué no ponemos algo cómo te gustaría tocar la batería?

—O audiciones—sugirió Gino.

—Audiciones gratis en gigante, sí—Axel negó.

—Deja lo de gratis, la gente no lo leerá.

—Por favor, pero si a la gente le gusta todo lo que sea gratis—argumentó y volvió a comer de su hamburguesa.

— ¿Por qué no mejor nos metemos en una clase de batería del Profesor Ross y le pedimos a uno de ellos que toque con nosotros? El que nos guste más—dijo Gino, Axel lo pensó un poco y no sabía si era una buena idea todo eso.

—No sé, ¿y si no quiere?

—Buscamos a otro.

—Es más fácil que la persona nos busque a nosotros, para eso está la audición.

—Cuesta más, y perdemos más tiempo—volvió a hablar Gino—. En serio, creo que escoger nosotros al mejor es mucha más fácil. Nadie se niega a tocar en una banda.

—Bien, haremos lo que tú dices—dijo Griffin—. Mañana nos quedamos luego de clases y entramos como observadores con el Profesor Ross, ¿vale?

Los dos chicos estuvieron de acuerdo y siguieron hablando sobre la banda, sobre cómo podían componer las canciones y cómo podían ir buscando formas para empezar a ganar fama. Axel aprovechó y les contó lo que había hablado con el hermano de Jane, Griffin y Gino se emocionaron al saberlo y Griffin volvió a mencionar lo importante que era tener a un baterista.

—Mi mamá va a venir a buscarme, ¿quieren que los lleve a sus casas? —preguntó Griffin.

—Sí, así no molesto a mi papá—comentó Axel, Griffin asintió.

—Yo puedo caminar, tranquilo—dijo Gino, Griffin frunció el ceño.

—Pero yo puedo llevarte, mi mamá no tiene problema. Ya incluso le hablé de ustedes, cree que es genial que esté con un grupo estable de amigos y todo eso.

—Es que es lejos, no quiero molestar.

—Con más razón, Gino—se cruzó de brazos—. ¿Cuál es el problema con que te lleve? ¿Estás acaso ocultando algo? Porque somos una banda, no nos ocultamos cosas—Gino suspiró.

—Mi papá cree estoy en la biblioteca estudiando para una prueba de mañana, si me ve llegando en tu auto me va a preguntar y va a saber que no estaba allí. Si me castiga por mentirle, posiblemente no podamos volver a juntarnos por unas semanas—confesó, Griffin comprendió que él se encontraba en la misma situación que Axel, mintiéndole a su padre porque seguramente no creía que fuese una buena idea tener una banda.

—Vale, comprendo—respondió—. Pero puedo dejarte al menos en la estación del metro o algo cerca.

—Sí, en el metro puedes dejarme—le sonrió. Jenny se acercó a ellos con una bandeja y tres malteadas en ella.

—Aquí tienen sus malteadas, chicos—le dijo ella y colocó los vasos en la mesa—. Disfruten que la casa invita.

—Eres la mejor, Jenny—dijo Griffin, tomó un sorbo de su malteada—. Esto está buenísimo, en serio. Cuando seamos famosos seguiremos viniendo, nada me impedirá que comer de tu comida.