Capítulo 6

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Coramora, 18 de Mayo del 2009.

Dos días después de su último ensayo, Axel y Griffin estaban en el Dush comiendo un par de hamburguesas que Jenny, la mujer que Griffin conoció en el parque, les había invitado. El Dush era un negocio un poco nuevo, llevaba año y medio y todo el mundo parecía haberlo tomado de maravilla porque no sólo era una hamburguesería sino también un centro de videos juegos. El lugar estaba decorado al estilo de las películas de los años ochenta, y había máquinas de arcade de hace más de veinte años.

—Definitivamente amo este lugar—le dijo Griffin a Jenny—. Tiene todo lo que uno quiere; cuando sea famoso lo recomendaré siempre. Ya verás—Jenny se rió.

—Mientras no me pidas una comisión por eso...—Griffin negó.

—Para nada, uno no puede cobrarle a quién te regala las hamburguesas—le contestó, la mujer negó y se fue a atender a otro cliente.

Axel le dio un mordisco a su hamburguesa y tomó un sorbo de la bebida.

—Ella me agrada—le dijo a Griffin—, es bastante amable—el pelinegro asintió y empezó a hablarle sobre los diferentes temas que le gustaría tocar en la banda.

Lo bueno de su banda era que cada uno de ellos tenía diferentes estilos de música y los ayudaba a crear su propio estilo. Juntar varios géneros en un solo concepto era algo que Griffin consideraba bastante interesante y le estaba platicando a Axel sobre eso.

—A mí me gusta el rock y tú eres más funk, podemos hacer algo así como Green Day pero sin tanto punk. Sé que Gino le gusta mucho la música retro y todas esas bandas viejas que uno conoce por los padres—se rió—. Si incluimos todo eso en un solo estilo, hará que lleguemos lejos

—Me gustan tus aspiraciones, ¿siempre has sido así?

—Tengo que de una u otra forma motivarme a ser mejor siempre—respondió—. Cuando tienes una hermana que lo es todo, debes intentar sobresalir por tus propios medios. Y tener confianza y grandes aspiraciones hace que puedas llegar lejos.

—Yo tengo sueños pero siempre me han enseñado a ser muy realista, a tener un futuro ya planeado hasta con sus caídas, no corro riesgos. A veces me gustaría hacerlo, creo que el único riesgo que he corrido fue hablarle a Jane.

—Si te mantienes a mi lado, Axel, lograrás correr esos riesgos que deseas—se rió—. Hablando de riesgos, ¿no crees que deberíamos hablar con T.J para que se una a la banda?

—Ya escuchaste a Gino, es un hijo de mami y papi. Y aunque no fuese así, Gino está renuente a aceptarlo, lo detesta.

— ¿Por qué será que lo hace? —Axel se encogió de hombros.

—No sé, cada quién tiene sus propios problemas. Gino suele no decir todo, ¿no te diste cuenta de que ayer no nos dejó practicar en su casa porque no quiere que vayamos a ella?

— ¿Por qué no quería que fuésemos a su casa?

—Puede que oculte algo. Mis padres son abogados y siempre me han enseñado cómo puedes darte cuenta si una persona miente u oculta ciertas cosas, también cuando se ponen nerviosos y—dejó de hablar al ver a Jane entrar al local. Sus manos empezaron a temblarle un poco, su corazón se aceleró, intentó continuar hablando pero sólo salió un vago sonido de su boca.

— ¿Estás acaso haciendo una demostración? —se rió el chico, volteó a ver a dónde miraba Axel y se dio cuenta de la chica que se encontraba en la barra hablando con Jenny—. Oh, ya me di cuenta qué pasó. Anda a saludarla.

—Sí, creo que debería hacerlo—asintió y pasó sus manos por sus jeans en caso de que estuviesen un poco sudadas y se acercó a la chica que estaba a tan sólo unos metros de ellos—. Hey...—la saludó, Jane volteó a verlo y se sorprendió un poco.

Cuando sólo era Axel #KlossDonde viven las historias. Descúbrelo ahora