Capítulo 2

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Coramora, 26 de Abril del 2009

Las clases de canto de Axel eran siempre un desastre y un campo de batalla para él, veía clases particulares con una profesora que había sido contratada por sus padres gracias a que ellos no podían darle el tiempo necesario para llevarlo cada día hasta el otro lado de la ciudad. Axel se había acostumbrado a eso y no le era un problema el hecho de que sus padres pasaran cada tarde fuera de casa.

Dentro de unas semanas era la famosa audición que él tanto anhelaba, entrar al concurso de talentos de su secundaria era el paso más grande que él podía dar, por lo que se encontraba sumamente nervioso en sus clases.

—Lo estás haciendo mal. Concéntrate y recuerda lo que te enseñé—comentó la Profesora Martínez al notar que le estaba saliendo mal la técnica que le había enseñado la clase pasada—. ¿Dices que quieres entrar al concurso? Sonando como gallina descuartizada no lograrás pasar de la primera etapa.

Axel tomó aire e intentó nuevamente la técnica.

—Mal—volvió a decir la profesora, Axel quería responderle con alguna obscenidad pero sabía que hacerlo lo volvería un maleducado.

—No es mi estilo de canto, ¿por qué tener que usar una técnica? No veo a Axl Rose usándolas—se cruzó de brazos, la profesora negó.

—Ese es Axl Rose la estrella del rock, tú eres Axel Trail mi estudiante—respondió dominante—. Si llegas a ser famoso pues entonces haz lo que se te dé la gana pero mientras estés en mi salón de clases, harás lo que yo diga—el chico bufó y volvió a tomar aire para intentar nuevamente la técnica.

Esa vez sonó mejor pero todavía no era lo que la Profesora esperaba. Y así pasó la hora, en puro ensayo y error por su parte, Axel sentía que no podía más, se encontraba cansado y no quería forzar su voz porque luego sería peor.

—Mejor descansa, te veo mañana a la hora de siempre—le dijo ella dándole el permiso de marcharse, Axel tomó sus cosas y se marchó del salón luego de despedirse de la profesora.

Vio la hora en su reloj, todavía era temprano, ¿qué podía hacer? Él no era de muchos amigos, quizás sólo estaba ese compañero de clases fastidioso que hace dos días lo mandó a detención. Lo más probable era que lo encontraría en el parque porque sabía que siempre iba en las tardes, no es como si le interesaba tanto saber en dónde él se encontraba pero Griffin siempre se lo nombraba.

Griffin Arlen era el chico más social que había en su salón de clases, hablaba con todos y nunca se quedaba callado, no pertenecía a un grupo porque siempre estaba en todos y quizás eso Axel lo admiraba porque él no era de los que solía hablar con muchos; le daba pena y vergüenza hablar en público y nunca sabía de qué podría hablar con alguien que no conocía, nada comparado con el Axel Trail del 2017, ese sabía cómo responder a cada una de las preguntas que le hacía en las entrevistas y siempre mostraba su mejor sonrisa.

Axel caminó hasta el parque y buscó a Griffin, debía aparentar que no lo estaba haciendo para que él no pensara que no tenía a más nadie, aunque eso fuese cierto. Lo encontró hablando con una señora de unos cuarenta años o quizás más y pasó frente a ellos intentando actuar como si no los hubiese visto.

— ¡Axel! —le dijo el pelinegro desde la banca en donde se encontraba, Axel se volteó a verlo y lo miró con una falsa sorpresa y se acercó a ambos—. Mira, ella es Jenny, me está contando que es dueña de una hamburguesería. Se llama Dush, sé cuál es pero nunca había entrado.

Axel se sentó al lado de la mujer y le sonrió sin saber muy bien qué decir.

—Dijo que podía pasarme un día de estos para invitarme una y como eres mi mejor amigo, te invitaré a ti también, obvio.

Cuando sólo era Axel #KlossDonde viven las historias. Descúbrelo ahora