Capítulo 27: Un poco de tu amor.

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Y volvimos a besarnos, porque nos queríamos, porque esto sí que era amor... ¿O no?

Nos separamos para coger aire.

Y nos volvimos a besar un beso, un beso que estaba subiendo de tono, y nuestras manos se unían poco a poco, apretando con fuerza, yo me puse encima de él.

Seguían los besos y yo estaba nerviosa, pero era una sensación maravillosa.

Toqué sus brazos lentamente y me perdí en su mirada, sus manos bajaban por mi espalda y sus besos eran delicados, suaves.

- Te quiero- dijo él entre besos.

- Te quiero- le respondí tocando su torso desnudo, ya que él sólo estaba con un pantalón de pijama.

Me giró y se puso él encima de mí, desabrochó mi camisa con cuidado y dejó al descubierto mi vientre plano.

Aunque haya sido mamá, mi vientre estaba muy liso, sin ninguna estría y era suave, bajó sus besos por mi ombligo y me miró divertido.

Me terminó de quitar la camisa y me quitó la falda, dejando toda mi ropa en el suelo.

Estaba bajo él, en ropa interior y yo le quité su pantalón.

Besaba sus brazos tonificados y él besaba mi cuello, a veces, sentía cómo su lengua tocaba mi piel y ésta se erizaba.

- Eres hermosa- dijo él mirándome, yo me puse roja- ¿quieres?

Le miré a los ojos y le cogí de la cara para besarle, sí, claro que quería estar con él.

Quité sus boxers con cuidado, viendo cómo estaba su pene erecto.

Él me quitó las bragas lenceras con cuidado y besó mis muslos, y después desabrochó mi sostén y metió en su boca un pezón, mientras que con una mano tocaba el otro pecho.

Me miró de nuevo con una sonrisa, y bajó con besos hasta mis piernas, pasó su lengua por ellas.

Hasta llegar a mi zona, me abrió con cuidado las piernas y pasó su lengua por todo mi clítoris, jugando con él, me arqueé de placer, porque era algo muy placentero.

Después sentí su dedo cómo entraba en mi feminidad, cómo se movía, cómo entraba y salía, acompañado de su lengua.

Cogí una almohada, para que no se oyera mis pequeños gemidos de placer.

Me excitaba verlo ahí abajo, me excitaba su lengua, me excitaba estar en su cuarto, mientras todos dormían, me excitaba él.

Solté mi líquido, mientras respiraba fuerte, vi su cara llena de malvada y vi como relamía sus labios, eso me excitó aún más.

Me puse encima de él, era mi turno, y quería hacerlo disfrutar.

Acaricié su mejilla y bajé hasta su pene erecto, que era grande y que estaba deseoso de sentir mi boca.

Lo toqué un poco, y miré como Claudio echaba la cabeza atrás, estaba excitado.

Cogí su pene y con mi mano empecé a subir y bajar, y metí mi boca, hasta el fondo.

- Dios mío- oí cómo él decía.

Solté una sonrisa y volví a lamer su pene, dejando saliva sobre él y jugando con mi lengua.

Mis movimientos de mano aumentaban y mi boca chupaba la punta, cada vez eran más rápido y en un momento, él me cogió de la cabeza y me apretó, para meterme su pene en mi boca y chupar su semen.

Hice lo mismo, lamí mis labios y me puse encima de él, y lo besé.

Abrió mis piernas con delicadeza y yo me metí dentro de él, soltando un pequeño gemido.

¿𝗖ó𝗺𝗼 𝘀𝗲 𝗲𝘀𝗰𝗿𝗶𝗯𝗲 "𝗮𝗺𝗼𝗿"?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora