Capítulo 34: Puebla.

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Desperté por las risas de Martina, mientras jugaba con su peluche de conejo favorito.

Me estiré en la cama y me levanté para darle un pequeño beso a mi hija.

Le apapache y la cogí para salir a desayunar.

León dormía en el sofá, Ulises se había ido de noche porque su papá lo necesitaba para ni sé qué cosas.

Caminé hasta la habitación de mi mamá, la vi dormir y cerré la puerta de nuevo.

Volví al salón y dejé a Martina en el suelo, ya caminaba y eso se lo agradecería siempre mucho a mi mamá, por enseñarle.

Aunque a veces le costaba un poco, y terminaba cayendo de culo, pero ella se reía y seguía poniéndose en pie.

Martina caminó hasta León y depositó un beso en su mejilla.

Me morí de amor, Martina era muy tierna y muy cursi.

-Dios mío, en definitiva tengo que ser yo su padrino- dijo León riendo mientras llenaba de besos a Martina y ella reía también.

- Sí wey, te adora- dije riendo- pero como Ulises se entere te mata.

Ambos nos empezamos a reír y yo me metí a la cocina para hacer de desayuno.

Hice un poco de café y preparé tamales, ya que León amaba los tamales y hoy estaba tan feliz que me apetecía consentirlo.

Para Martina preparé un bol de frutas y un malteada de chocolate, que le gustaba mucho.

Para mí, desayunaria lo mismo que León, sólo que en vez de café tomaría un jugo de naranja.

Serví todo y salí a preparar la mesa para desayunar.

León veía la tele mientras Martina jugaba con su pelo.

-En definitiva te adora- dije yo tras ellos- hace lo mismo con Claudio.

- Wey, a mi no me compares con ese…

- Te callas o te echo de mi casa- dije seria, pero al ver su cara me empecé a reír.

- Te pasas Ruiz, por amor te vendes.

- Ay sí, y tú qué mandarín.

Dije riendo, él me miró mal y cogí a Martina para sentarla para desayunar- ven a desayunar tu también.

León se levantó y se sentó, mientras yo sacaba todo lo necesario para desayunar.

León, literal, devoró sus 4 tamales mientras Martina comía con la mano su bol de frutas y yo la ayudaba.

-Haces los tamales igual de ricos que mi mamá- dijo riendo León, mientras se chupaba los dedos.

- Aprendió de la mejor- dijo mi mamá apareciendo por el pasillo y riendo.

- Hola ma- dije con una sonrisa- ¿Quieres desayunar?

- No te preocupes, sigue dándole de comer a mi princesa, ya cojo todo yo.

- Increíble- dijo León- vendré a comer siempre aquí, si no le importa Silvia

- Cuando desees- dijo mi mamá riendo.

- Bien- dijo con orgullo León.

Mi mamá se unió a nosotros a desayunar, mientras hablaba con León.

-Mamá, hoy saldré- dije bajando a Martina ya que había terminado- Clau quiere llevarnos a Martina y a mí dar una vuelta y comer fuera.

- Me parece buena idea- dijo mi mamá feliz- se nota que te quiere.

¿𝗖ó𝗺𝗼 𝘀𝗲 𝗲𝘀𝗰𝗿𝗶𝗯𝗲 "𝗮𝗺𝗼𝗿"?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora