Capítulo 35: ¡Martina!

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Pedimos la comida y Claudio quiso darle de comer a Martina.

Yo les miraba feliz, ya que Martina comía muy bien con Claudio y él se reía con ella.

Dios mío, tenía al novio perfecto.

Muchas veces imaginé que el papá de Martina hubiese estado ahí, en el lugar de Claudio, mientras comíamos feliz como una familia.

-¿Qué piensas amor?- preguntó Claudio al verme callada.

- Pues… Que no fue mala idea meterte en mi vida con Martina- dijo yo sincera.

- Te dije que yo adoro a Martina, y te adoro a ti- dijo él cogiendo mi mano- y no pienso hacerlas daño, a ninguna.

Le dedique una tierna mirada, mientras él besaba mi mano.

Terminamos de comer y Martina se había vuelto a quedar dormida.

Claudio la cogió y la arropó.

-Son una bonita familia- dijo una anciana mientras cargaba un ramo de rosas- toma, ten, te la regalo.

- Tome algo- dijo Claudio sacando su billetera.

- No se preocupe- dijo la anciana- recuerden, el amor todo lo vence.

Y se fue, dejándonos pensando.

-¿Qué quiso decir con eso?- me preguntó Claudio.

-No sé, tal vez se refería a algo de nosotros- dije sin importancia- pero bueno, ¿Quieres que coja a Martina?

- No te preocupes, estoy bien.

Claudio pagó la cuenta, y cogimos las cosas para salir del restaurante.

-Wow, que grande eres muchacho- dijo una señora acercándose a nosotros- son jóvenes con una bebé, y tú no la has dejado sola.

-Gracias- dijo Claudio mirándome.

Yo salí del restaurante.

-¿Qué tienes?- dijo Claudio acariciando mi espalda.

- Suena egoísta, pero para Martina yo siempre seré su mamá y su papá- dije triste.

- Yo quiero ser su papá- dijo Claudio- nunca lo he sido, pero por ti, por ella- dijo mirándome- por ustedes lo estoy intentando.

Y lo besé con ternura, porque siempre tenía las palabras correctas para que todos los pensamientos negativos se me fueran de la mente- te Quiero- le dije con una sonrisa.

Claudio dejó a Martina en su silla y me ayudó a subir- ¿a dónde vamos ahora?- pregunté curiosa.

-Pues les tengo una sorpresa- dijo viendo como Martina se sobaba los ojos, porque se estaba levantando.

Condujo unos minutos y se metió a un parking, estábamos en el zoológico Africam Safari.

Aparcó y cargamos a Martina en su carrito y cogimos su pañalera.

Me quité la chaqueta ya que hacía mucho calor.

Entramos al zoo y nos sacaron una foto.

-Te juro que esa foto la pienso poner en mi mesa de noche- dijo Claudio con una sonrisa- junto a la que me mandaste ayer.

Saqué una sonrisa mientras me acordaba de la foto- ¡eres perfecto!- dije dándole un beso.

Él me respondió al beso y nos pusimos a caminar, mientras veíamos los animales.

Claudio cargó a Martina para que ella pudiera ver los animales más de cerca.

Después de recorrer todo el parque, sacar fotos y ver el espectáculo de delfines, ya sé estaba haciendo de tarde.

Salimos del zoo, mientras Martina cargaba un peluche de oso polar, y yo otro igual pero más grande, y Claudio llevaba uno de serpiente en el cuello.

Colocamos a Martina en su asiento y Claudio iba guardando las cosas.

-¿Emilia?- dijo alguien, y me di la vuelta.

-Hola- dije extrañada, parecía que ese hombre me estaba siguiendo.

- ¿Cómo estás?- me preguntó él.

-Papi- dijo un niño de unos 7 años que se enganchaba en las piernas del hombre.

- Bien, hola pequeño- el niño me miró, y de repente sentí algo, esos ojos eran grandes como los míos y su sonrisa, igual, con esos dientes blancos tan perfectos.

- ¿Qué pasó amor?- dijo Claudio mirándome y luego mirando al señor- hola buenas.

- Hola, ¿cómo estás?- preguntó el señor mientras cogía a su hijo.

- Bien, ¿un día en familia?- preguntó Claudio.

- Sí, se podría decir que sí.

Una niña vino corriendo hasta él, tendría también la edad del pequeño niño, unos 7 años, su pelo era rubio al igual que el del niño, pero sus ojos otoño enormes eran idénticos a los de él.

-Nosotros nos tenemos que ir ya- dije yo un poco confundida.

- No te preocupes, espero que lo pasen bien- dijo el señor con una sonrisa- disfruta.

Me dijo mientras acariciaba mi hombro.

Nos despedimos de ellos y subimos al carro.

-¿Qué tienes amor?- me preguntó Claudio.

- Me encontré a ese señor ayer mientras iba a mi casa, y ahora aquí- dije un poco angustiada- ¿y si quiere hacerme algo?

- Claro que no, dijo que era amigo de tu mamá, nada más- dijo él.

- ¿Viste a los niños?

- Sí, ¿qué pasa?- preguntó él cogiendo mi mano.

- Nada- dije agachando la mirada mientras se me hacían familiares sus caras.

Condujo hasta el centro de Puebla y nos fuimos a un parque donde había mucha gente, con muchos niños.

Nos sentamos en el pasto, mientras Martina gateaba y jugaba con sus juguetes.

Claudio jugaba con ella.

- Me atacan- dijo él mientras Martina se subía encima para darle besos.

Yo les miraba tierna- y me acosté a su lado- yo también juego- dije riendo mientras le daba besos.

-Hame- dijo Martina riendo.

Claudio sacó de una bolsa un par de fresas y empezó a darle de comer.

-¿Cómo llevas la canción para mañana?- me preguntó él.

- Bien, León estuvo estos días en mi casa y ensayamos un poco- dije mientras jugaba con Martina- aunque estoy un poco nerviosa.

- Todo va a salir bien- dijo acariciando mi espalda.

- Eso espero- dije intentando sonar tranquila- ¿y tú?

- Pues bien- dijo él con una sonrisa- cuando cante esa canción estaré pensando en ti- dijo él juntando su frente con la mía.

- ¿Por qué?

- Porque dice muchas cosas, y es algo importante para mí.

- No me pedirás que me case contigo mañana ¿no? - dije yo riendo.

- Tal vez- y se empezó a reír.

- Estás loco- dije dándole un beso en la nariz.

- Por ti- y me besó.

Un beso con amor, con lengua, con pasión.

Giré para ver a Martina y no la vi.

-¡Martina!- grité desesperada.

Hola de nuevo.
Dejo esto por aquí y me iré sutilmente 🤯🤯
¿Quién será el hombre misterioso? ¿Y dónde está Martina? El próximo capítulo viene fuerte 🙊🙊
Denle mucho amor am capítulo ♥️♥️
LOS AMO

¿𝗖ó𝗺𝗼 𝘀𝗲 𝗲𝘀𝗰𝗿𝗶𝗯𝗲 "𝗮𝗺𝗼𝗿"?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora