¿𝗖ó𝗺𝗼 𝘀𝗲 𝗲𝘀𝗰𝗿𝗶𝗯𝗲 "𝗮𝗺𝗼𝗿"?

Capítulo 4: La chica nueva.

Me termino de peinar y cojo mi móvil y lo guardo.

Tengo a los compañeros de habitación más idiotas, pero agradezco que me hayan dejado dormir, ya que últimamente me cuesta mucho pillar el sueño.

Desde que me enteré de la otra familia de mi padre, su divorcio, el sufrimiento de mi hermano pequeño y la aceptación de Kevin, mi cabeza no daba para más.

Antonia era mi mejor amiga, y ahora se había convertido en mi novia, pero yo no podía verla como novia, se me hacía extraño, pero la amaba, de eso no había duda.

Salí de la habitación, y caminé lentamente, sin prisa, ya iba tarde a la primera clase que era con Humberto y por supuesto, no me dejaría entrar ni de broma.

Aunque intente aceptar a Kevin, me cuesta, es mi medio hermano, pero por más que lo intento, sigue siendo difícil para mí, porque no me gusta su forma de actuar, no termino de...

Siento un golpe en mi pecho y mi mirada baja a la chica que acaba de caer.

- Lo siento, soy un boludo- digo amablemente, pero un poco quemado por no estar atento.

La chica me mira a los ojos, es preciosa, tiene el pelo negro con mechas azules, y es de piel blanca, tiene un sonrisa perfecta y es preciosa.

Me sonríe tímida, lo puedo notar, y me coge del brazo, mientras la ayudo a levantarse.

-¿Estás bien? - le digo, después sonrío.

-Sí, todo bien, estaba... Bueno, estoy perdida - la noto tímida y veo como baja la cabeza.

- Supongo que irás a mi clase- me mira y asiente- bueno- miro el reloj negro que hay en mi muñeca- ya es tarde y Humberto ni loco nos va a dejar entrar a clase. 

Se hace un silencio, y ella me mira con un poco de "miedo".

-Me llamo Claudio Meyer, Claudio- me presento mientras me acomodo la americana del uniforme y extiendo la mano de forma educada.

Pero algo pasa, en cuanto siento su contacto, mi cuerpo siente algo, y nos separamos rápidamente, tímidos.

-Yo soy Emilia Ruiz, Emilia, encantada.

-¿Quieres que vayamos a la cafetería?- le digo amablemente, me gustaría conocerla más.

Asiente y vamos juntos a la cafetería, pero por el camino ninguno de los dos dice nada.

Es una chica muy guapa, aunque un poco tímida, me resulta raro, ya que se me hace raro sentir cosas así, sentir esa conexión cuando me dio la mano y sentí algo, algo raro.

-¿Tienes hermanos? - pregunto mientras le cedo el asiento en una mesa apartada, aunque ya no hay nadie allí.

-No, soy hija única, ¿y tú?

Me acomodo en mi silla y mi cuerpo se tensa, no esperaba que ella me devolviese la pregunta, pero era normal, me aclaré la garganta- tengo dos hermanos- digo finalmente.

Se vuelve a hacer el silencio, el ambiente se ha puesto raro.

-¿Llevas aquí mucho tiempo? - dice cortando el ambiente

Realmente hasta su voz me vuelve loco, los acentos, admito que las mexicanas tienen algo que me vuelven loco.

-Sí, bueno, 5 años- meto la mano en una bolsa de patatas y la miro y estiro la bolsa- ¿Quieres?

Mete la mano en la bolsa de patatas fritas y coge una y se la come, ante mi atenta mirada.

-¿Y tú eres de aquí?- que tonto Claudio, es lógico, sólo por su acento.