Capítulo 48: Sentimientos enredados.

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Llegó el fin de semana y la verdad, estos días habían sido horribles.

No quería causar decepción en mi, pero sí, Claudio se iba a ir de mi vida y eso no me gustaba para nada.

-Hola hija- Raúl me acurruco en su pecho, lo necesitaba muchísimo.

- Hola Raúl- dije en voz baja- ¿nos vamos ya?

- Sí claro, ¿estás bien Emi?- se separó de mí y me miró.

- Pues no mucho la verdad, quiero irme ya- dije triste, la verdad es que no podía pensar en otra cosa que no fuera mi relación con Claudio, de hecho le había estado evitando todo este tiempo, porque me sentía mal.

- Emi, ¿Podemos hablar?- se acercó a mí, saludó a Raúl y cogió mis manos- por favor.

- Ya me iba Clau, hablamos otro día- dije cogiendo mi maleta.

- ¿Qué te pasa?- dijo él con mala cara- llevas todo el tiempo evitandome, me pones mil excusas y no sé que hice Emilia.

- Nada Claudio- dije sin más.

- Pues no te entiendo, se supone que estamos bien, ¿o no estamos bien?

- Cálmate, estamos bien, ahora me tengo que ir- dije dándole la espalda y yéndome, me hacía daño no besarlo, pero tenía que hacerme a la idea.

Oí como le daba un golpe a la pared y Raúl vino tras de mi.

No dijo nada durante el trayecto a la casa, yo sólo iba pensando en que faltaba apenas 1 mes para acabar el año escolar, dios mío se me había pasado muy rápido.

Suspiré cansada, no iba a verlo más y eso me dolía muchísimo.

-Ya llegamos Emi- dijo Raúl haciéndome salir de mi trance, asentí con la cabeza y bajé del carro con mala cara.

- Ya llevo yo tu maleta tranquila- dijo Raúl sacando mi maleta mientras yo entraba a la casa.

No había nadie, mis hermanos estaban en la escuela y Martina en su guardería.

Subí a la habitación y me dejé caer en la cama mientras cerraba los ojos y seguía mi tortura con Claudio.

No podía separarme de él, después de todo era el chico al cual amaba, y él me amaba a mi.

Todo era muy complicado, él se iría y yo me quedaría aquí, pasándolo mal, pensando en él y en la falta que me hará el último año escolar para ir a la Universidad, quería compartir tanto con él.

Y Martina, ya no se iban a ver más, y eso me estaba matando, porque ella le había cogido cariño y no quería que se separasen.

-¿Puedo pasar?- oí como Raúl tocaba la puerta.

- Pasa- dije sentandome en la cama, él se acercó a mí y se sentó a mi lado- dime.

- ¿Qué pasa Emi?- dijo cogiendo mi mano- si quieres me puedes contar.

- Es Claudio- dije apenada- se va a ir.

- ¿A dónde?

- Sus padres están divorciados, y su mamá le pareció buena idea irse a vivir a una casa en Valle, y él se irá con ellos- dije abatida- y no quiero hacerme a la idea de que se va a ir.

- Emi, ¿lo han hablado?- yo negué con la cabeza- estamos en pleno siglo 21, mi niña, existen celulares, carros y Valle no está muy lejos.

- Pero yo no puedo estar en una relación a distancia, él hará su vida allí y yo aquí- dije cerrando los ojos- y me mata la idea de no volver a verlo más- dije empezando a llorar.

¿𝗖ó𝗺𝗼 𝘀𝗲 𝗲𝘀𝗰𝗿𝗶𝗯𝗲 "𝗮𝗺𝗼𝗿"?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora