- ¡Martina!- grité desesperada.
Me levanté corriendo del sitio y empecé a buscar a Martina como una loca.
- Amor, tranquilízate- dijo Claudio.
- ¿Que me tranquilice?- dije yo desesperada- ¡Cómo quieres que me tranquilice!
Corría de un lado al otro, solo habían sido un par de segundos, y ya no estaba, todo había sido mi culpa.
Se estaba haciendo de noche, y yo corría por todos lados.
- ¿Ha visto a una niña pequeña?- pregunté a otra señora.
- No lo siento- dijo ella mirándome- ¿quiere que le ayude?
- No gracias- y me fui corriendo.
Claudio se había ido por un lado y yo por el otro, me senté en el suelo y empecé a llorar.
Dios mío era una mala madre, había perdido a mi hija, a mi pequeña Martina.
¿Dónde y con quién estaría mi pequeña?
No podía dejar de llorar, me había recorrido todo Puebla, y nada, nadie le había visto o nadie sabía de quién hablaba.
- Amor, mira quien regresó- dijo Claudio con Martina en brazos, mientras ella tenía los ojos rojos.
Dios mío, en ese momento todo en mí se relajó, me levanté corriendo y la cargué, la abracé con delicadeza y la llené de besos- ¿qué pasó mi amor?
- Creo que echaba de menos a su mamá- dijo el señor que tanta curiosidad me daba- la encontré en la carretera y la cogí.
Abracé al señor, porque él me había devuelto a mi bebé, y por que me daba confianza ese señor- gracias- dije llorando- no sabría que hubiera hecho si...
- Sh, tranquila amor, todo está bien- dijo Claudio acariciando mi mejilla y depositando un pequeño beso sobre la comisura de mis labios.
Le abracé y le devolví el beso.
- Gracias de verdad- dije de nuevo- déjame que te lo agradezca de alguna forma- dije yo secando mis lágrimas.
- No hace falta- dijo él.
- Claro que hace falta Raúl- dijo Claudio, Raúl así se llamaba.
- Bueno, si quieren podemos tomar algo- dijo él.
- Claro, pero debemos regresar a la ciudad, mañana tenemos clases- dijo Claudio- ¿tomamos algo allí?
- Mejor tomemos algo en mi casa- dije yo acurrucando a Martina- así de paso saludas a mi mamá- dije yo con una pequeña sonrisa.
- No creo que sea buena idea- dijo Raúl rascándose la cabeza- éramos amigos hace mucho tiempo.
- Venga, le hará ilusión verte- dije yo más tranquila.
Vi como él suspiraba y terminó aceptando.
Le dije que siguiera al carro de Claudio y que así llegaríamos al sitio, él dijo que sí a todo.
Subí al carro a Martina, mientras ella rascaba sus ojitos por el sueño- te amo hermosa- dije dándole un tierno beso en la frente.
Claudio me abrió la puerta y me dedicó una tierna sonrisa y me besó la mano.
Él subió y arrancó el coche.
- Te juro que me suena de algo Clau- dije yo mirando el carro de atrás.
- ¿De qué?- preguntó él curioso.
- Pues no lo sé- dije moviendo mis hombros- tal vez lo vi alguna vez de pequeña- dije sin más.
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¿𝗖ó𝗺𝗼 𝘀𝗲 𝗲𝘀𝗰𝗿𝗶𝗯𝗲 "𝗮𝗺𝗼𝗿"?
Фанфик𝘓𝘢 𝘷𝘪𝘥𝘢 𝘢 𝘷𝘦𝘤𝘦𝘴 𝘥𝘢 𝘶𝘯 𝘨𝘪𝘳𝘰 𝘥𝘦 180°. 𝘠 𝘭𝘢 𝘵𝘦𝘰𝘳í𝘢 𝘥𝘦 𝘭𝘰𝘴 𝘱𝘰𝘭𝘰𝘴 𝘰𝘱𝘶𝘦𝘴𝘵𝘰𝘴 𝘴𝘦 𝘢𝘵𝘳𝘢𝘦𝘯, 𝘦𝘴 𝘵𝘰𝘵𝘢𝘭𝘮𝘦𝘯𝘵𝘦 𝘤𝘪𝘦𝘳𝘵𝘢. 𝘖 𝘴𝘪 𝘯𝘰, 𝘱𝘳𝘦𝘨𝘶𝘯𝘵𝘦𝘯 𝘢 𝘊𝘭𝘢𝘶𝘥𝘪𝘰 𝘔𝘦𝘺𝘦𝘳 𝘺 𝘌𝘮𝘪�...