ESTE AMOR NADIE LO TOCA

CAPITULO 5 UNA DE CAL Y UNA DE ARENA

Narra Alba

Me desperté y me gire y Julia no estaba, supuse que a noche se fue, a noche no le pude explicar la situación porque me encontró en el almacén con Natalia, fue un impulso de los míos, no va volver a pasar, necesito a Natalia lejos, era domingo así que me quede en la cama hasta las once, hasta que María toco la puerta de mi habitación y entro.

María: Oye, si estas despierta.

Se puso a mi lado en la cama y me dio un par de besos en la mejilla.

María: ¿Qué plan tienes?

Alba: La verdad que ninguno, hoy es domingo.

María: Si, hija para todo el día, podíamos pedir algo por glovo lo que quieras comer y ver alguna peli o serie de Netflix, dile a Julia que se venga.

Alba: Me parece buen plan, ahora la llamare. ¿A que huele?

María: Natalia hizo crepes.

Alba: ¿Y hay nocilla?

María: Si.

Alba: ¡Dios que rico!

María: Pues levanta que te vas a quedar sin comer.

Narra Natalia

Sabía que tenía que empezar a conquistarla de otra manera, así que decidí hacer de comer algo que tanto le gusta a ella que son los crepes. Marta no me quitaba el ojo de encima mientras me comía uno de esos crepes.

Natalia: ¿Qué pasa?

Marta: Buena técnica.

Natalia: Calla idiota.

Alba entra en la cocina y ve un montón de crepes.

Alba: Buenos días.

Su mirada se cruzo con la mía en ese momento, aunque yo intente evitarla y seguir comiendo.

Marta: ¿Cómo estás?

Alba: Mejor, mucho mejor, es que ayer me agobie un poco, espacio cerrado...

Marta: ¡Buah! A mí me pasa lo mismo, odio subir por el ascensor.

Alba: También.

Natalia: Puedes coger crepes.

Alba: Si, he... voy a mirar si tengo una pastilla.

Natalia: Si no tienes yo tengo.

Marta: ¿Tú también eres intolerante?

Negué con la cabeza guardaba algunas en la mesita de noche, Alba era un poco despistada y muchas veces no tenia o se olvidaba comprar.

Alba: No te preocupes, tengo.

Volvió a salir de la cocina, Marta seguía mirándome.

Natalia: ¡Ya Marta!

Marta: Vale, vale.

Narra Alba

Solo estaba siendo amable pensé, pero no podía soportar que no me hiciera ilusión, de alguna o otra forma, lo que viví con Natalia fue de una gran intensidad, nos conocimos cuando llegue nueva a Madrid, yo ya conocía a María era hija de una buena amiga de mi madre, ella vivía en Madrid con Pablo su novio pero cuando él se fue decidió buscar piso y encontró este junto a Natalia ella ya se conocían por haber trabajado en un bar así que aquí nos juntamos las tres, al principio cuando la conocí, me parecía un bicho raro, era una persona solitaria y reservada, hasta que la confianza nos volvió vulnerables e inseparables. Pasamos horas juntas riéndonos, hablando de la vida, saliendo juntas, cenar, cine, fiesta, hasta que poco a poco me di cuenta que me había enamorado, así que me lance como una idiota hacia ella, y ella no se aparto es más me devolvió ese beso. A partir de ahí comenzamos una historia, una historia perfecta, teníamos complicidad, confianza, ella me dejo ver su lado bueno, ese que no puedo odiar, siempre estaba apoyándome en todo, en los estudios, era mi fan con mis dibujos, era cariñosa, detallista, me acuerdo de más de una vez escuchar alguna canción que ella componía y reflejarme en cada verso que decía.