CAPITULO 47 LA DESPEDIDA EN BEGUR

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Narra Sabela

Las cosas no siempre son lo que parece, huir de todo el mundo me hizo mucho más valiente. Sí, porque yo Sabela hice la trece catorce y pase de David, nunca me monte en ese avión hacia Galicia y le dejé todo claro a David se había terminado lo nuestro para siempre.

Cogí un vuelo a Portugal, y allí tras un mes y medio estaba compartiendo piso con Jesús y Karol.

Si Jesús el jefe estudio, él fue quien me abrió los ojos, me contó que había congresos para dar charlas sobre las terapias que yo hacía en el colegio y fue el primer lugar que se me ocurrió.

Agradecí a Jesús que no dijera nada a Julia, me cambié de número del móvil, y exceptuando mi familia nadie más sabia en el lugar que me encontraba.

Y ya te tenía casi olvidada, pero encontrarme una invitación para tu boda en el escritorio de Jesús me dolía muchísimo, y ahora entendía porque, bueno siempre supe porque, irme lejos no era la solución para que entre nosotras no se cortará el aire, para que yo dejara sentir lo que a día de hoy tenía a sumido, que me gustabas, y me cagué y no porque fuera bisexual ni nada de eso sino porque tuve miedo de que esto no funcionará y la amistad se hubiera ido a la mierda, ahora eso me da igual, te ibas a casar no podía dejar rabiar por dentro.

Jesús: ¿Qué te pasa?

Le deje la invitación encima de la mesa.

Jesús: No lo sabías ¿verdad?

Sabela: No me lo has contado.

Jesús: Bueno, siempre que sacaba el tema de Julia te ponías mal, ¿tan fuerte fue vuestra pelea?

Sabela: ¿Se casa dentro dos semanas?

Jesús: Si.

Sabela: Tengo que volver.

Jesús: ¿Volver? ¿A Madrid?

Sabela: Si a Madrid.

Jesús: Espera. (Le agarra) ¿Qué pasa? ¿Qué paso entre vosotras?

Nadie sabía de la existencia de sentimientos que teníamos la una por la otra, bueno en realidad yo sí que sabía lo que ella sentía o sintió, porque que se casara con Carlos me ponía tensa y mi cabeza era como un disco que no paraba de girar.

Al llegar a Lisboa y después de lo de Julia intente olvidarme y jurarme a mí misma que ese beso no me había calado tanto, me negué todo tipo de sentimiento amoroso, así que me enrolle con Jesús, fue una sola noche para darme cuenta de que yo ya estaba herida de muerte y enamorada de Julia.

Su mirada estaba grabada en mi mente y mi cabeza a cada segundo sacudía con su imagen.

Sabela: No paso nada.

Jesús: Lo sé todo Sabela, se que te importa Julia y no es por una simple amistad, lo supe la misma noche en que nos acostamos.

Sabela: ¿Qué?

Jesús: Pronunciabas su nombre cuando te besaba, yo no entendía nada porque ibas borracha, pero lo hicimos, fue una tontería lo reconocimos los dos, pero nunca le di importancia porque pensaba que estabas cabreada con ella simplemente pero ya veo que no, que estas enamorada de ella.

Enamorada era una palabra muy fuerte y no estaba segura de ello, pero tan poco me iba a quedar quieta, necesitaba verla y ver si seguimos respirando el mismo aire.

Busque el primer vuelo para Madrid y prepare las maletas.

MADRID

PISO CHICAS

ESTE AMOR NADIE LO TOCADonde viven las historias. Descúbrelo ahora