CAPITULO 13 COMO UN BARCO A LA DERIVA

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Narra Natalia

Abrí los ojos, después de que María me pusiera algo debajo de mi nariz.

Natalia: ¿Qué hacéis?

Marta: ¡Quilla que susto!

Marta me rodeaba con sus brazos.

África: Bueno no la agobiéis.

Natalia: Eso, estoy bien, ya está.

Me incorporé sentada en el sofá. Suena el teléfono de María en ese momento.

Marta: Anda ves que te llaman.

María fue atender el teléfono, cuando vio quien llamaba puso una cara rara.

África: ¿Quién es?

Menos mal que no solo me extrañe yo de la cara que puso.

María: ¿Dime Marina?

Me gire hacia ella levantándome lento.

Marta: ¿Quién es Marina?

África se acerco a Marta y se lo dijo en voz baja. ¿Qué hacia llamando Marina a María?

María: ¿Qué?

No me estaba gustando la cara que ponía María, se puso blanca como la pared de nuestro piso.

África: ¿Qué pasa cariño?

Soltó el teléfono y África lo cogió, la inercia de María la llevo a sentarse en la silla, y Afri fue la que siguió la conversación con Marina la hermana de Alba.

África: Marina, soy Afri ¿Qué pasado? ¿Cómo? Pero… Si… Si, si vale, tu tranquila. (Cuelga)

Marta: ¡¿Capasao?!

Natalia: ¿Por qué tenéis esa cara? ¿Le ha pasado algo Alba?

María: Natalia siéntate.

Natalia: No, no, no, que… Que… ¿Qué me vas decir ahora?

África mira a María y las dos intenta calmar a Natalia.

Natalia: ¿Dónde está Alba?

Marta: Bueno, a ver ¿Me explicáis?

María: Que Alba y Julia han tenido un accidente.

Natalia: ¿Cómo estás?

África: Vamos, al hospital, tengo el coche abajo.

María: Creo que Nat.

Natalia: ¡No me vas prohibir nada!

Marta: ¡Queréis dejar de discutir! ¡Vámonos coño!

Marta fue quien llevo la iniciativa junto a África, yo no podía pensar, iba montada en el coche camino al hospital, miraba por aquella ventana viendo Madrid, en mis ojos caían muchas lágrimas sin parar, el corazón latía muy fuerte, y no dejaba de pensar en el último segundo que Alba me miro, que la sentí siendo mía, Marta me acariciaba la pierna, me gire la mire, y se echo hacia mi lado para abrazarme, la realidad de todo aquello es que todas estábamos mal, llorando y con un nudo en nuestro cuerpo.

Cuando llegamos al hospital, África fue quien fue al mostrador para preguntar, pero no nos podían decir mucho, porque ni si quieran había llegado la ambulancia todavía.

Marta me acompaño a fuera para que me calmara un poco, al salir me cruce con Marina que venía con un chico alto moreno, totalmente rota.

Ella ha sido una de las personas más duras, cuando Alba le contó mi infidelidad ella borro todo contacto conmigo, no le juzgo por defender a su hermana es normal, yo le hice daño, así que su miradas de odio son normales.

ESTE AMOR NADIE LO TOCADonde viven las historias. Descúbrelo ahora