CAPITULO 22: ESTALLA LA TORMENTA

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HORAS MÁS TARDE

Narra Alba

Me estaba arreglando un poco más de la cuenta aunque yo soy muy de ir casual la palabra arreglarme no me gusta, yo soy tal cual sin complicaciones, me puse mis vaqueros, un jersey sencillo y mí chaqueta negra, hoy hacia un frio que pela, me planche el pelo me maquille un poco y me fui a encontrarme con Carlos a su oficina, en casa de Joan hablamos muy poco pero me parece un buen chico.

Narra Natalia

No me gusta mentir ni ocultar nada sobre todo a Alba. Es lo que estaba diciendo a mí psicóloga Noemí.

Noemí: ¿Porque no le has dicho la verdad?

Natalia: No sé, hoy se lo iba contar, pero ella dormía y no quería despertarla y ayer fue un día movidito.

Noemí: Sabes que no puedes confiarte, tienes que dejar que ocurra, no te obsesiones solo con ella.

Natalia: No es una obsesión Noemí, es encontrar algo que sabes que te hace mejor, me gustaría la conocieras

Noemí: A mí también llevas meses hablándome de ella.

Sonreí como una tonta, desde que Alba rompió conmigo me encerré tanto en mi que necesitaba una psicóloga los médicos me lo recomendaron por mi problema de ansiedad, he de decir que al principio ni quería hablar, y poco a poco con Noemí me desahogue mucho, ella ha sabido ayudarme con el tema de mi familia, aunque no comparte que esté lejos de ellos, quizás sería buena idea hacer pronto un viaje a Pamplona para verlos, pero quizás para reyes le puedo decir a las chicas que me cubran en la tienda.

Las sesiones son de dos horas, y cada vez se pasaba más rápido, Noemí me hacía reflexionar y razonar y me apoyaba y si algo no le gustaba me lo decía pero no me metía baza con eso solo lo dejaba y daba su punto de pista.

Narra Alba

Cogí el metro para llegar al estudio  que tenia Carlos por la calle Agustín de Betancourt, casi era las cinco de la tarde, pero falta un poco me espere enfrente de la agencia, alrededor de un parque, observaba toda le gente que pasada, hasta que me percate de una chica alta y morena, era Natalia salía de un edificio con una mujer a la que se daban un abrazo.

Alba: ¿Y esto? No puede ser real. 

Me puso fatal, me hubiera encantado ir y plantarle cara, pero me quede inmóvil y también recordé que dentro de nada tenía la entrevista, mierda como voy a poder hacer la entrevista si solo tenía la puta imagen en mi cabeza.

Llegué a la agencia, era una oficina grande donde había unas escaleras para subir a otra planta la secretaria me indico el camino, toque sutilmente y Carlos me indico desde dentro que pasará.

Carlos: Hola, ¿Qué tal?

Alba: Bien

Carlos: Siéntate.

Me indico que me sentara en un sofá de color negro me senté tímidamente.

Carlos: No sabía que dibujarse.

Alba: Si, me traído un cuaderno, para que veas lo que suelo hacer

Carlos: Perfecto, espera que venga mi compañero y lo pueda ver, tengo el contrato hecho solo tienes que firmar

Alba: Pero... ¿Me contratas?

Carlos: Claro, porque debería no hacerlo.

Alba: Es un poco raro que sin ver mis trabajos.

ESTE AMOR NADIE LO TOCADonde viven las historias. Descúbrelo ahora