Capítulo 23 Una parte de mi

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El tiempo avanza y avanza para bien, sin duda solo para bien. Mi tío Luke tuvo que regresar de nuevo a Inglaterra por su trabajo, Matt obviamente regreso también. Ambos viven juntos, Matt es dueño de una de las cadenas de hoteles más importantes de Manchester, por lo cual ninguno de los dos paga renta, mientras mi tío es contador de una firma de arquitectos, ambos son buenos en lo que hacen y ambos son socialmente económicos de un estatus alto.

Ambos me consintieron durante una semana completa, la mejor semana. Para mí, ambos son mis tíos, lo son por igual, es igual que si mi tío Luke se hubiera casado con una mujer, aunque bueno, Matt es tan carismático y guapo, que es irresistible no caer ante sus brazos, no era tan difícil entender los buenos gustos de mi tío.

Durante esa semana los dos se quedaron a dormir en casa, y como en casa solo había dos habitaciones, la de mis padres y la mía, fui yo quien tuvo que cederles la privacidad y comodidad. Dormí con mis padres durante una semana completa, los tres en la misma cama, mi madre y yo somos pequeñas a comparación de mi padre, el si es alto por lo que lo que mi mamá y yo ocupábamos en la cama, él lo hacía por igual en el otro lado de ella.

El día de la despedida llego y con ello mi tristeza y unas cuantas lágrimas, y es que a pesar de que mi tío es Luke es el favorito, es al que menos veo por su trabajo y la distancia es muy complicado para todos, es por ello, que amaba las navidades y años nuevos. Mi tío prometió que estaría aquí para navidad, pero para ello todavía faltaba demasiado, aunque de eso a no verlo dentro de un año, añoraba que ya fuera diciembre.

Aunque esa semana fue una de las mejores que he pasado en familia, ambos hombres requerían de mi presencia todo el tiempo posible, solo pude estar con Christian en la escuela, y entre tantas clases, él y yo solo pudimos conversar en los recesos o el tiempo de camino a la escuela o a la casa. Pero en cuanto acabo aquella semana, no hubo poder en la tierra que me separara de Christian, bueno, a decir verdad, gracias a los proyectos, maquetas y trabajos de la escuela, ambos no las pasábamos juntos todo el día. Y asi pasaron los días, uno tras otro, tras otro, hasta el día de hoy.

- Feliz primer mes – le mencione a Christian realmente feliz.

- Feliz primer mes – respondió Christian a mi lado.

- Provecho – ambos nos encontramos sentados en una banca de la plaza a punto de comer un hot-dog - ¿Qué tal? – le pregunte a Christian una vez que ambos mordimos nuestra comida.

- Esta muy bueno – comento con un poco de comida en su boca – En verdad lo está.

- Te lo dije – tome mi servilleta entre mis manos y limpie la comisura del labio de Christian el cual tenía mostaza, kétchup y mayonesa – Listo. Como nuevo. ¿Te han dicho que estas muy guapo? – le cuestione volviendo a morder mi comida.

- Si – aseguro – Cientos de veces – sonreí negando con la cabeza, pues al parecer yo no conocía nada a Christian.

- Eres tan modesto – comente con sarcasmo.

- Me gustaría decir lo mismo de ti, pero como no te puedo ver – se encogió de hombros – No puedo saber cómo eres físicamente.

- Oye ¿Qué te pasa grandísimo torpe? – lo golpe en el brazo – Yo soy la chica más linda del mundo entero. Deberías sentirte tan afortunado de tenerme como tu novia – le asegure.

- Y lo estoy – Christian me abrazo de lado y beso mi mejilla izquierda con ternura – No hay mejor cosa en el mundo que tenerte a mi lado – aquello derritió por completo mi corazón – Te quiero mucho Annie – aseguro el con sus ojos perdidos en la nada.

- Y yo te quiero a ti – asegure besando sus labios cortamente - ¿Quieres otro hot-dog? – le pregunte limpiando mi rostro y después el de él.

Pon tus ojos en miDonde viven las historias. Descúbrelo ahora