Capítulo 4 "Christian Brook"

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¡Ay no!

Se me había hecho tarde.

Cómo rayo me puse de pie y entré al baño a para darme una ducha rápida, me había bañado anoche así que, solo sería algo muy exprés. Me coloque lo que había dejado en la silla del escritorio para este día, coloque mis converse blanco, que no podían faltar, ya que bueno, tenía tres pares idénticos y es que quedaban con cualquier ropa, mi cabello lo llevaría en una cola de caballo mal hecha que hacía mientras baja las escaleras de la casa.

—Se te hizo tarde —mencionó mamá, acomodando mi lonche.

—Lo sé, no puse la alarma —sonreí apenada.

—Tu padre te llevará —asentí—. Él va para el trabajo, pero para que no llegues tarde él te llevará —tome mi lonche y dejé un beso en la mejilla de mamá—. Te amo —beso mi frente.

—¡Yo también! —grite mientras cerraba la puerta y corría hacia el auto donde papá esperaba—. Hola —bese su mejilla y él la mía.

—A alguien se le hizo tarde —puso la reversa mientras yo colocaba mi cinturón de seguridad.

—Solo un poco —sonreí y guardé mi lonche en mi mochila.

—Oye cielo – llamó mi padre mi atención.

—¿Sip?

—Ya se acerca el cumpleaños de mamá y estaba pensando hacerle una pequeña sorpresa —lo mire con una sonrisa en mi rostro.

—¿Qué tienes en mente? —pregunte emocionada.

—¿Qué te parece una cena? —sugirió

—¿En casa o en restaurante?

—Eso tú lo tienes que averiguar – sonrió cómplice y asentí.

—Está bien —asegure—. Aunque yo digo que en casa. Más privacidad y será más romántico —papá se estacionó frente a la escuela—. Pero yo te consigo la información para poner manos a la obra

—Perfecto —desabroche mi cinturón—. Te veo en casa más tarde —bese su mejilla—. Te amo.

—También yo —baje del auto y todos ingresaban y que la campana ya había sonado.

Camine a paso rápido para no llegar tarde a clases, los alumnos caminaban dirigiéndose hacia adentro del edificio y hacia los salones, guarde mi libro de lenguas en mi casillero y saqué historia que tocaba como primera clase de hoy. El pasillo estaba medio vacío, medio lleno, ni tantos alumnos, ni tan pocos. Al cerrar mi casillero observé que los maestros se dirigían hacia la sala de maestros todos juntos, junto al director y unas personas más que no había visto jamás, me preocupé un poco menos por llegar tarde. Ya más tranquila, camine hacia él aula 205 que era donde me tocaba hoy, cuando, en el salón de artes escuche la voz de Kevin e Ethan conversar entre ellos.

—Vamos hermano dime —mencionó Kevin.

Era malo espiar, eso me lo enseñó mi madre, pero era mucha mí curiosidad de que estaba hablando mi novio a escondidas de todo el mundo con su mejor amigo.

—Marcel dijo que te vio salir de la habitación y después salió Bigi —seguía con ese tema—. No me creo el cuento de que la ayudaste a vomitar.

—Cree lo que quieras —me asome por la pequeña parte de cristal y ahí se encontraban los dos

—¿En serio Ethan? —cuestionó un indignado Kevin—. ¿En serio le estás poniendo el cuerpo a Cavill? Oye. No me mal entiendas, pero Annie es una buena chica, una que no encuentras para nada hoy en día.

Pon tus ojos en miDonde viven las historias. Descúbrelo ahora