- Es la película más fea que he visto en mi vida – mencione muerta de aburrimiento mirando la película en la sala de los Brook.
- Es una joya – menciono Adam incrédulo. Le mire sin poder creer lo que había dicho – De hecho si es un asco, pero es muy divertida. Los efectos especiales son lo mejor.
- Que bueno que no puedes ver esto – le susurre a Christian – En verdad es muy mala – Christian sonrió – Adam ¿Dónde esta mi regalo de Navidad? – le pregunte intrigada por donde había puesto mi regalo.
- ¿Hablas de la pelota de béisbol de la cual no deja de hablar y esta en su habitación como el mayor trofeo de su patética vida? – cuestiono Christian a mi lado – Esta en su habitación en la repisa arriba de la televisión, justo alado de su primer guante y de su carrito de bomberos que Santa le trajo cuando cumplió cinco años.
- ¡Whoa! – mencione sorprendida al escuchar detalladamete la amplia explicación de mi novio sobre los objetos apreciados de su hermano – Tu si que sabes donde están las cosas.
- Debo de – aclaro.
- Mi apreciado regalo de navidad se encuentra en un buen lugar de mi habitación – interrumpió Adam – Es lo genial – sus ojos brillaron en mi dirección – De hecho conseguiste la firma de mucho de los jugadores y no tengo ni idea de como lo conseguiste, pero muchas gracias Annie. Jamas es visto un partido en vivo de los Dodgers y esto es muy presiado.
- Me alegra que te gustara – sonreí recargándome en el cuerpo de Christian – No fue fácil, pero tengo mis métodos – me sacudí el hombro con egocentrismo.
- ¿Cómo lo conseguiste por cierto? – pregunto Christian a mi lado.
- Bueno, pues...
Flashback
Era el segundo día de la familia completa y querían hacer algo divertido entre todos, como las grandes ligas de Béisbol comenzaban con los partidos amistosos, los hombres decidieron que sería una buena idea ir a uno de los partidos.
- No alcanzamos todos boletos en el mismo lugar, pero si estamos todos juntos – menciono mi tío Bruce – Escojan su fila – tome la mano de mi primo Jay y lo obligue a sentarse a mi lado.
- No quería venir – le comenté cruzándome de brazos en mi asiento.
- Tu cara lo dice todo – aseguro son una sonrisa divertida – Diviértete amargada – Jay me pico la oreja con su dedo de espuma.
- ¡Ay! Estúpido – lo golpe tantas veces mientras el solo reía.
Era la tercera entrada y yo estaba en mi celular mensajeando con Maya sobre lo divertida que me encontraba, notase el sarcasmo, la verdad era que el béisbol no era mi fuerte, yo prefería los deportes de contacto físico y ver pelear a los jugadores era mucho más divertido que una pelota siendo lanzada a el guante de otra persona.
-¡Annie cuidado! – escuche el grito de varios integrantes de mi familia, levante mi vista del celular y observe como la pelota venía con dirección a mí, tape mi cabeza con mis brazos y manos, golpeando la pelota en parte de mi espalda y mi hombro.
-¡Ah! – grite al sentir el fuerte golpe - ¡Demonios! Duele – me queje nuevamente. Los hombres frente a mí se comenzaron a reír y tomaron la pelota – Idiotas – susurre.
- ¿Estas bien? – pregunto Jay examinándome un poco, pero con una sonrisa.
- Si – asentí de mala gana – Lo estoy.
- Toma – me entrego su guante – Por si vuelve una más la agarres y no te golpee esta vez – mi primo soltó una risita y le mire de mala gana sacándole la lengua.
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Pon tus ojos en mi
Ficção AdolescenteAnnie, deportista, capitana del equipo de fútbol, un gran grupo de amigos y un novio. ¿Qué pasa cuando crees ser feliz pero sólo es rutina? ¿Por qué a pesar de eso no se siente cómoda con su alrededor? ¿Qué le hace falta... o le sobra? Christian...