Narrador
—¡Annie!
El cuerpo de Annie había caído al agua a causa del empujón que Megan le había dado. Su cabeza se estrelló contra una roca desorientando a la chica y abriendo una herida en la frente, donde comenzaba a salir sangre, aunque Annie estaba consciente miraba todo borroso a causa del golpe.
—¡Annie! —Maya se lanzó sin pensarlo dos veces al agua. La chica observó como su mejor amiga se encontraba totalmente sumergida en el agua. Maya tomó el cuerpo de su amiga entre sus brazos tratando de sacarla del agua sin obtener los resultados deseados—. ¡Adam! ¡Kevin! ¡Alguien ayúdeme! ¡Necesito ayuda! —los gritos desesperados de Maya se hicieron presentes, pero sin lograr alcanzar una considerable distancia. Nuevamente se sumergió en la ayuda de su amiga, que pudo mirar que parte de su ropa se encontraba atorada entre las rocas. Nuevamente Maya salió a la superficie en busca de ayuda. —¡Adam! ¡Ayuda! ¡Necesito ayuda por favor! ¡Estoy aquí ayuda!
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—¿A dónde fueron las chicas? —cuestionó Adam hacia el grupo de hombres con el que se encontraba.
—Fueron al muelle al otro lado de la playa —comentó Kevin tomando un trago de su cerveza.
—Se fueron hace mucho —el ceño de Adam se frunció mirando hacia donde las chicas se habían ido.
—Como unas dos horas —respondió nuevamente Kevin.
—Oscurecerá en un rato más. Iré por ellas, no quiero que se regresen solas —Adam se puso de pie dejando su cerveza en la mesa.
—Lo acompañó joven Adam —propuso Derek.
—Prefiero que te quedes a cuidar a Christian.
—No soy un bebé, hermano —se quejó el menor.
—Yo me quedo con él, Brook —aseguró Kevin. Adam asintió y comenzó a caminar con Derek a un lado de él.
—¿Cómo siguió la señorita? —preguntó el chofer una vez que se alejaron un poco de los chicos.
—Supongo que bien —respondió a la pregunta—; Christian me comentó que hablaron hoy por la mañana y que se solucionaron las cosas. No esperaba otra cosa. Ayer cuando nos quedamos adentro Christian tomó el papel de novio y villano amenazando a Megan sobre hacerle daño a Annie. Annie es muy inteligente y madura, así que solo era cuestión de que hablaran ambos las cosas y se resolviera el problema.
—No quiero meterme en sus asuntos joven, pero si puedo dar mi opinión. El día de ayer la señorita Annie no necesitaba que el joven Christian hablara con la señorita Megan, ella solo necesitaba del joven Christian. Creo que ambos la dejaron sola.
—Christian es su novio.
—Y usted su amigo. Sin ofender, pero su hermano es el ciego joven, y ambos sabemos lo qué sucede.
—Papá te debería pagar también por ser consejo y psicólogo, amigo —Derek soltó una pequeña risa.
Los dos hombres siguieron avanzando por el camino de arena a un paso tranquilo sin mencionar palabra alguna de nuevo, pues era más que evidente que ya lo habían dicho todo con tan pocas palabras.
La vista de Adam se posaba en sus pisada en la arena, su concentración estaba en en miles de pensamientos que rondaban en su cabeza, y es que jamás imagino que un viaje de amigos terminará tan mal. El mundo era tan grande, que tuvieron que toparse con la única persona en el mundo que detestaban más a que a nada.
—¿Esa no es la señorita Megan? —la pregunta de Derek saco al mayor de los Brook de sus pensamientos. Adam levantó el rostro mirando a Derek y después a donde su vista se dirigía. Efectivamente la persona que el hombre observaba era Megan. La rubia se veía un tanto nerviosa mirando hacia todos lados como si alguien la viniera siguiendo.
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Pon tus ojos en mi
Teen FictionAnnie, deportista, capitana del equipo de fútbol, un gran grupo de amigos y un novio. ¿Qué pasa cuando crees ser feliz pero sólo es rutina? ¿Por qué a pesar de eso no se siente cómoda con su alrededor? ¿Qué le hace falta... o le sobra? Christian...