Pon tus ojos en mi

Capítulo 32. Solo un baile.

Me miraba al espejo detenidamente, me veía diferente a como siempre luzco. Podría decir que no estaba nerviosa, pero mentiría, la verdad era que, si me encontraba muy, muy nerviosa.

- ¡Annie, Derek llego! – grito mamá desde el otro lado de la puerta.

- ¡Ya voy! – respondí de manera rápida y nerviosa.

Tomé mi bolsa de mano, introduje mi celular y salí de mi habitación bajando las escaleras hacia el primer piso donde mis padres se encontraban sentados mirando televisión.

- ¿Y? – pregunte al llegar al primer piso, llamando la atención de mis progenitores – ¿Qué tal me veo? – ambos sonrieron al mirarme, mamá con un brillo especial en los ojos y papá con orgullo en ellos.

- Te ves preciosa, cielo – comento papá y sonreí de forma emocionada y sonrojándome ante ello.

- ¿No es mucho? – pregunte con algo de inseguridad.

- Es perfecto – aseguro mi madre con una sonrisa.

- En ese caso, debo irme o llegare tarde – caminé hacia ellos y les di un abrazo doble a los dos y un beso a cada quién. Ellos igual a mí besaron cada quien mi mejilla – Los amo

- Nosotros a ti – respondieron al unísono.

- Buenas noches señorita Annie – saludo Derek al verme salir de casa, sonrió ampliamente cómo siempre lo hacía – Luce usted esta noche muy linda.

- Gracias, Derek – me sonroje una vez más ante el cumplido del guapo chofer.

- Andando que la familia la espera – colocó su brazo en L y sonriendo lo acepté.

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Llegamos a la casa de los Brook, se encontraba toda encendida, rodeada por luces y música clásica de fondo. Derek estacionó el auto frente a la casa, lo apago y bajó de él. Abrí la puerta de mi lado del auto, Derek me ayudo a bajar dándome una mala mirada por querer salir yo sola.

- Llegamos – comentó el enorme hombre a mi lado.

- ¿Derek? – llame al ver a todos los que llegaban a la casa – ¿Puedes acompañarme hasta adentro? – Derek sonrió divertido y asintió – Gracias – suspire sonriendo y tomo mi brazo delicadamente caminando con dirección a la puerta de la casa.

- Hola linda – saludo Adam al verme llegar – Te ves – me observo de pies a cabeza – ¡Whoa! – sonrío de manera maravillada logrando el milésimo sonrojo de la noche – Derek, estaciona el auto en la cochera y te esperamos adentró para la fiesta – comento mi amigo de manera amble.

- Claro que si joven – comento el chofer y guiñándome el ojo se marchó de nuestra presencia.

- Vamos a buscar a tu príncipe azul – comento Adam tomando mi brazo y caminando conmigo hacia el interior de la casa – Ya lo vi – menciono mi amigo señalando con su cabeza hacia donde Christian se encontraba sentado meciéndose lentamente. Adam continuó caminando conmigo del brazo haciéndose lugar entre la gente – Hermano – llegamos frente a un muy guapo y bien arreglado Christian – Annie llegó.

- Hola Capitán – salude al cachorro que gustoso movía su cola de un lado al otro y restregaba su cara en mis piernas y manos.

-Déjame decirte que se ve muy hermosa – le menciono el mayor de los Brook al menor.

- Hola – bese a Christian cortamente – Te ves muy guapo – susurre al separarnos.

- Gracias – sonrió sin mostrar sus dientes.

- Los dejó – comunicó Adam – Iré a ver los invitados.

- Apuesto a que te ves más que hermosa – comentó – Desearía poder verte.