Capítulo 34 Quiero dar ese paso contigo.

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Lenguaje joven adulto.


-¿Cuánto duraste bañándote? – pregunto Adam al verme salir del cuarto de Christian

Entonces sentí como el color subía a mi rostro y las imágenes de lo que hicimos Christian y yo adentro vinieron a mi mente.

- Fue una larga ducha – mencione incómoda

- Ya lo veo – Adam me observo o más que observar me analizó. Sus ojos se abrieron tanto que podía jurar que se saldrían de sus órbitas – ¿Qué es...

- Annie me quedaré con el vestido – Christian salió de la habitación sin playera.

Adam rápidamente lo miro y me alarme tanto al ver lo que él veía. Adam miraba las marcas que le había dejado a Christian por todo el cuerpo. Él se giró a verme y después a su hermano y después a mi

- Adam yo... – intente hablar, pero el solo nos metió a la habitación a los dos

- ¿Qué? – pregunto Christian sin entender que pasaba al igual que yo

- ¿Qué pasó entre ustedes dos exactamente? – nos cuestionó ambos

- Nada – asegure

- Eso – señaló mi cuello – Y eso – señaló en cuerpo de Christian– Es algo. Y no dudo que haya más bajo esa playera – me señaló

- Adam – mencionó un molesto Christian

- ¿Al menos usaron condón? – pregunto intrigado

- ¡Adam! – chille avergonzada

- No hicimos nada – aseguró Christian – Sigo siendo virgen hermano – ellos hablaban tan normal y yo me encontraba completamente sonrojada e incómoda – Annie y yo solo tuvimos una sesión de besos, pero solo fue eso. No tendría sexo con ella con cientos de personas fuera de mi habitación.

- Y no tendrás sexo con ella hasta que te cases con ella – aseguró Adam y en verdad yo estaba muerte de vergüenza.

- ¿Disculpa? – habló Christian molesto – Ella es mi novia y yo decido cuando o no tener relaciones.

- Pero es mi amiga y quiero lo mejor para ella – aseguró.

- Tu eres mi hermano y no por eso te digo que no te acuestes con media escuela.

- Es diferente – aseguró – Yo solo quiero un rato de diversión. Annie es tu novia y es diferente. Aparte tienen que llegar virgen al matrimonio.

- ¿Qué te pasa abuelo? – cuestionó Christian bufando con un toque molesto divertido – Es mi cuerpo y yo.

- ¡Basta los dos! – mencione harta – No tuvimos sexo esta noche de acuerdo – mire a Adam – Y no tendré sexo contigo hasta que yo quiera está bien – toque el pecho de Christian– Y si tal vez hoy fue algo intenso, pero no se volverá a repetir – asegure – Y ya quiero irme a casa. Los veo mañana a ambos.

Salí de la habitación de Christian sin despedirme de ninguno de los dos, salí al jardín donde los pocos invitados que quedaban me miraron con media sonrisa algunos divertida otros amables.

- Señores Brook – llame a los padres de Christian que giraron a verme – Yo debo irme ya. Es tarde y mañana hay escuela.

- Claro que si querida – mencionó la madre de ambos hermanos – Yo llevaré tu vestido a la tintorería mañana.

- En verdad no es necesario – mencione de nuevo.

- Lo sabemos – mencionó el señor Brook – Pero queremos hacerlo – asentí – Descansa hija y muchas gracias por haber venido.

Pon tus ojos en miDonde viven las historias. Descúbrelo ahora