Inmortal | Edward Cullen. |TERMINADA|

5.

No temas.

Las clases pasaron normal, no tenía ganas de asistir al almuerzo así que llame a Leah para que me viniera a buscar, la profesora de Fisiología no asistió así que solo tenía el almuerzo y podía irme a casa, Leah dijo que llegaría en 15 minutos por lo que tomé mi bolso y camine a la salida, en mi camino se cruzó Edward Cullen y yo le sonreí por cortesía.

- ¿No irás al almuerzo? - comenzó a caminar a mi lado, la diferencia de estatura era muy notable, yo parecía un duende, el era muy alto, mi cabeza llegaba justo donde empezaban sus hombros.

- No, la profesora no vino así que tengo la tarde libre, una amiga vendrá a buscarme. - le regale una sonrisa, mirando el suelo, este chico a veces me cohibía un poco.

- Te acompaño a esperarla entonces - Tomo mi bolso y se lo colgó en su hombro.

- Que amable, caballero - Hice una reverencia y seguí caminando hasta llegar a la salida.

- ¿Que piensas? - Edmund me miró y se sentó a mi lado a esperar a Leah.

- ¿Porque quieres saber qué pienso? - fruncí el ceño y lo mire.

- No puedo adivinar tus pensamientos, sin embargo estar contigo a tu lado me da tranquilidad, es como estar en el bosque o simplemente en contacto con la naturaleza - el me miro extrañado.

- Es lo mas lindo que me han dicho Edward, pero ¿sabes?, debes aprender a ligar con las chicas estamos en el siglo 21 - Solté una carcajada y él negó con la cabeza sonriendo.

- ¡Eva! - Escuche un grito femenino y seguido de eso fui separada de Edward, Leah lo miraba como un perro mirando a un pobre gato, en este caso Edward era un gatito.

- Esta bien Leah, es mi amigo - Me arregle el suéter y los mire a ambos, se podía notar la tensión.

- No te acerques a Eva - Leah tomo mi brazo y me hizo caminar a la moto.

- ¡Adiós Ed! - Grite y moví como pude mi mano en forma de despedida a la vez que reía por el comportamiento de Leah.

Me baje de la moto y cruce mis brazos frente a Leah, ella solo camino adentrándose al bosque y yo la seguí apurando el paso, esta chica caminaba muy rápido. Nos detuvimos luego de casi 5 minutos de caminata y ella me miró.

- Eva, no te conviene estar cerca de los Cullen, puedes salir lastimada - Ella me hablo pateando una pequeña piedra que había en la tierra del bosque.

- Pues su hermana Alice y él son muy amables, y las personas amables tienen que ser mis amigos - Moví mis hombros en forma de que no importaba.

-¿Te acuerdas de la leyenda que contó Billy? - Leah me miró y comenzó a sacarse la ropa y yo abrí mis ojos a más no poder logrando que mis mejillas tomaran un color rojo, podía sentir el calor en ellas.

- Oh Leah no, no hagas eso - Le di la espalda tapandome los ojos con mis manos, en estos momentos yo estaba peor que un tomate.

- Se dice que los Cullen descienden de los muertos en vida, se podría decir vampiros, y nosotros de los cambia formas, Eva eso es verdad, no temas por favor -

Al escuchar todo eso, me di vuelta y observe como Lena salía detrás de los árboles en solo ropa interior y saltaba para luego tomar la forma de un lobo, la loba que vi cuando conocí a Bella, mi boca se abrió en una perfecta O sin embargo no me moví de mi lugar, la loba se acercó a mí,  era mucho más grande que yo, alce mi mano para tocar su cabeza y ella cerro sus ojos disfrutando el toque.

- ¡Oh mierda santa! ¡Tengo una amiga loba! - Me separe de ella para gritar y reír, Leah se agacho y yo me subí a su lomo.

Leah anduvo por el bosque y yo disfrutaba del sonido que hacían los pájaros, llegamos a un límite que separaba el bosque, miré hacía abajo y observe el pequeño lago pasar, en la leyenda que Billy contó, dijo que se había hecho una especie de trato con los muertos vivientes, ellos solo podían cazar animales, dejando así la cacería de humanos en Forks y Portland el pueblo que estaba a unos kilómetros, formando una dieta de sangre animal, como Stefan Salvatore de crónicas vampiricas, dentro del trato estaba también que no podrían pasar a la zona de los licántropos, ya que de por sí ambas especies seguían siendo enemigos mortales.

La pregunta que seguía en mi cabeza era obvia, pude ver el odio con el que se miraron Leah y Edward, si Leah ya me había confesado su secreto, ¿Sería Edward y su familia Vampiros?

 ¿Querría el beber mi sangre?.