Inmortal | Edward Cullen. |TERMINADA|

34.

Elena Cullen.

Me quejaba cada 3 segundos por los constantes Dolores que estaba sintiendo, toda la familia había ido a cazar, pues no nos quedaba más de un mes aquí en Forks, Leah junto a Jacob habían ido a despedirse de la manada, pues Sam y los demás se negaban verme en este estado  y es que en 1 mes mi vientre había crecido más, había adelgazado en exceso y aquello no tenía de buen humor a nadie, sim embargo no se debía a que ellos bebían de mi sangre, al contrario, ellos se alimentaban de la sangre que yo misma ingería, estos mal estares eran provocados por el rápido crecimiento de los niños, pues tener 3 bebés híbridos dentro de mi no era de mucha ayuda.

Alec paseaba de un lado a otro dejándome intranquila, pues al parecer el estaba más nervioso que yo y eso ponía a Jake a ladrar pensando que Alec jugaba con el, la casa estaba hecha un lío, cerré mis ojos por el dolor y traté de recostarme un poco en el sofá.

- Creo que te comiste del mundo entero chica.- Abri mis ojos y al segundo Alec estaba a mi lado protegiendome con sus grandes alas negras.

- Quien eres.- La voz de Alec salió ruda sin embargo la chica cuyos ojos eran rojos como la misma sangre sonrió de manera peculiar, logró erizarme la piel.

- Soy Elena Cullen, abuela de estos críos podría decirse.- Comencé a toser fuerte al atragantarme con mi propia saliva, ella era una Cullen.

Toda la familia estaba sentada en la sala y miraban a Elena con sorpresa y cierto miedo, ¿quién era ella?.

Nadie había dicho nada, al llegar a casa quedaron completamente mudos al verla ahí parada de forma elegante, es que esta niña de unos 15 años, cuya mirada recorría a todos uno por uno con detenimiento.

- Vine al funeral de Alice pero al parecer llegué tarde.- Ella formó un puchero y se levantó caminando a la salida.

- ¿No te quedarás?.- La voz de Carlisle se hizo presente y Esme sonrió.

- ¿Quieres que me quede, hermanito?.- Trate de no abrir mi boca más de lo normal.

- Sigues siendo mi hermana menor Elena.- Ella sonrió con un poco de pena y Carlisle camino hasta ella para estrecharla entre sus brazos.

Carlisle nos presentó a Elena, su hermana biológica, convertida el mismo día que el, la razón de su color de ojos no la dijo, pero era más que obvio que ella bebía sangre humana, su dieta era diferente a la de su hermano, Elena de vez en cuando me miraba y luego miraba a mi vientre con una sonrisa, quería entablar una conversación con ella pero mamá me lo prohibía, ella es peligrosa Eva, en todo momento me decía aquello, pero... ¿Que la hacía peligrosa?.