Inmortal | Edward Cullen. |TERMINADA|

32.

Nothing.

La mirada de todos en la casa estaba sobre mi y mi vientre, una semana había pasado en la cual me negaba rotundamente a un aborto, Esme era la única que me apoyaba, mi madre no quería perderme, por ende estaba de acuerdo con la idea de sacar a mis hijos de mi.

Hoy llegaban Leah junto a Alec y Jacob, no sabían de mi repentino embarazo, y es que en un mes y unas semanas mi vientre estaba enorme, como si me hubiera tragado una sandía entera, no sentía dolor por el momento, pero Venus tenía razón, ellos poco a poco se alimentaban de mi, pues había adelgazado en extremo mi piel se había puesto más pálida, causa de que ellos bebían de mi sangre.

- Espero que Alec te haga de cambiar de decisión al sacarte esas cosas.- Mire a Edward con dolor, sin embargo no le contesté.

Me pare de mi lugar con dificultad, y Esme corrió a ayudarme acariciando mi vientre, me llevo al bosque con calma, la naturaleza lograba calmarlos como a mi también, dejaban de moverse mucho y se quedaban en tranquilidad.

Nos sentamos en una manta que Esme que estiro en el césped y yo acaricie mi vientre, era una manía, ahora comprendía a las embarazadas que vi en mi larga juventud, aquello daba una sensación de calma.

- Edward necesita asimilarlo querida.- La voz de Esme me saco de mis pensamientos, le presté atención.

- Eso espero  son sus hijos a fin de cuentas.-  Mi voz salió en murmullos.

- ¿Has sentido dolor?.- Sus ojos dorados miraron los míos fijamente.
- Anoche no pude dormir bien, se movían mucho y sentía dolor en las costillas, pero al hablarles ellos lograron calmarse.-

- Tu embarazo está siendo más rápido de lo que dijo Venus Forest, eso me preocupa Eva.- Suspire al encontrarle la razón, pues los bebés en una semana habían crecido bastante, se notaba en el crecimiento acelerado de mi vientre.

- Creo que se debe a que ella solo tuvo una hija, yo cargo tres híbridos dentro de mi.- Mordí mi labio en forma de nerviosismo.

- Si estás de acuerdo podemos pedirle a Carlisle que te haga un ultrasonido  para que vea su estado.-

No era mala idea, sabía que Carlisle estaría de acuerdo, solo seríamos los tres, Esme, Carlisle y yo escuchando y viendo el ultrasonido,  no podía contar con Edward o con mamá, Emmet se había ido a Alaska junto a Jasper, pues nuestra estadía en Forks duraba hasta que mi embarazo acabará junto con mi vida también.