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Roto

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Roto.

Nos bajamos del auto y yo salí corriendo de él para entrar a la casa, en la sala se encontraba un ataúd, y me negaba a ver lo que había dentro de él, no quería aceptar esta realidad, caí de rodillas al suelo y lloré, grité todo lo que pude, Alice no podía estar muerta, ella era luz, una luz en la familia.

Sentí como una mano me acariciaba la espalda, mi madre me ayudó a levantarme del suelo y me guió lejos de aquel ataúd, toda la familia estaba reunida, me trataron de regalar una sonrisa pero aquello fue imposible, ellos sentían el dolor más que yo, pues Alice los había acompañado por décadas.

- ¿Como sucedió? - Los mire a todos esperando una respuesta, Jasper hizo sus manos un puño, el enojo era visible en el.

- Isabella Swan.- El odio se comenzó a acumular dentro de mi y mi único pensamiento era hacerla morir de la forma más dolorosa posible.

Me puse de pie y salí de aquella casa para correr sin dirección específica, quería despejar mi mente, sacar todo el dolor que tenía acomodado.

Me senté en un tronco del bosque y cerré mis ojos para respirar profundo, no lograba nada con llorar, Alice ya no estaba y no volvería, pero de algo estaba segura, y es que a Isabella no le quedaba mucho tiempo de vida.

- La rabia puede dañar a los bebés.- Abrí mis ojos de golpe al escuchar aquella voz.

- No es un buen momento para presentarte Venus.- Mire los árboles negando la vista hacia ella.

- Se como te sientes Eva.-

- ¿Lo dices por la muerte de tus hijas?.- Me digne a mirarla y ella me sonrió con pena.

- Más por una en específico, Italia Vulturi, mi hija con Caius.- Mi boca se abrió levemente al escuchar eso.

- Eso quiere decir que el mato a su ...- Tape mi boca con mis manos al ya entender aquella historia por completo.

- El no sabía, cegado por la furia asesino a sangre fría a su propia hija y las mías propias, quise que sufriera, era consciente de cuanto el me amaba, por aquello usé eso a mi favor, cometí suicidio frente a él de la manera más cruel, sacandome el corazón, tal como el lo hizo con mis hijas.- Aquello era mucho por procesar, yo no sabía como reaccionar.

- Si estás muerta por que te puedo ver.- Ella me sonrió y acarició mi cabello.

- Como tú, soy ninfa y bruja a la vez, tu heredaste eso al ser mi reencarnación, puedo presentarme a los seres sobrenaturales hasta que cumpla mi misión. - La mire sin entender lo que decía.

- Mi misión es proteger a tus hijos y que Caius sepa la verdad.- Toque mi vientre, "Proteger a tus hijos."

- Entonces si estoy embarazada.- Una sonrisa involuntaria apareció en mi rostro luego de tanto caos.

- Tienes casi un mes Eva, ellos serán poderosos, por eso te aviso que a la primera hoja caída se desatara una guerra, y ahí estaré yo para defenderlos a ellos como no pude con mis hijas.- Mire a Venus con pena, no sabía el dolor que ella sintió al perder a todas sus hijas.

- ¿Como fue tu embarazo con Italia?.- La mire en busquedad de respuestas.

- Fue un embarazo de 4 meses, no fue arriesgado al ser solo uno, al nacer, ella tuvo un crecimiento normal de un humano, con las diferencias que se alimentaba de sangre y a su vez comida humana, la primera hibrida vampira y ninfa, su crecimiento se congeló a los 16 años, vivio feliz con sus hermanas por 134 años hasta que su padre la asesinó.- Al nombrar lo último la mirada de Venus se oscureció.-

- Entonces mi embarazo durará 4 meses.- Asegure feliz acariciando mi estómago.

- Vas a morir Eva, no aguantaras el parto, son tres bebés mitad vampiro que a medida que crecen sienten más hambre y tu sangre es su último alimento.-

Mi corazón latió con fuerza al escuchar aquello, no podría ver a mis bebés crecer, no podría ver la sonrisa de Edward, mordí mi labio tratando de calmarme.

- Te sacaremos esas cosas de tu cuerpo.- Edward estaba parado frente a mi, Venus ya no estaba .

- No sacarás nada de mi cuerpo Edward.- Lo mire con rabia y me puse de pie para encararlo.

- No dejaré que esas cosas acaben con tu vida Eva, ya perdí a Alice, no te perderé a ti también. -

Edward me tomó en sus brazos y en pocos segundo llegamos a la casa Cullen, no pensé que el trataría a nuestros hijos como cosas, ¡Eran bebés maldita sea! Y estaré dispuesta a dar mi jodida vida por ellos.

Inmortal | Edward Cullen. |TERMINADA|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora