Inmortal | Edward Cullen. |TERMINADA|

28.

My World.

Leves caricias provocaron que me despertará, abrí mis ojos y sonreí al ver a Edward a mi lado, tenía una imborrable sonrisa, quería seguir despertando todos los días de mi eternidad así, junto a él, dándome felicidad desde temprano.

- Buenos días cariño.- Le acaricie su rostro y luego bese su mejilla.

- Buenos días amor.-

Los labios de Edward tocaron los míos y yo disfruté aquellos 6 segundos, el me sonrió y me beso la frente para dejarme hacer mis cosas parte humanas, como ducharme, orinar lavarme los dientes etc, que fuera una ninfa con la habilidad de crear hechizos (lo cual nadie sabía) no significaba que mi parte humana se había ido.

Al acabar de hacer todo aquello me mire al espejo y sonreí satisfecha al ver que el  vestido veraniego color blanco me quedaba perfecto, arregle mi cabello que por cierto, ya estaba más largo.

Salí de la habitación y vi a mi esposo cocinando mi desayuno, unas simples tostadas de queso y un jugo de naranja natural, me comí todo quedando con mi estómago feliz.

- Lamento si anoche fui muy brusco.- Edward tomó asiento frente a mi.

- Nada de eso, fue todo perfecto,me gustó, ¿A ti te gustó?.- Lo mire con una sonrisa traviesa.

- Sabes que si, tu sangre me hizo relajarme y sacar toda aquella tensión y miedo que tenía.-  Acaricie su rostro y lo mire fijamente, enserio este hombre era mi felicidad.

- Que bueno por que está noche se nos hará corta.- Edward soltó una carcajada fuerte y yo le seguí.

- No me opondre a nada de eso Señora Cullen.-

Edward se acercó a mi y me tomo de la cintura llevandome a fuera de la  casa, el día estaba levemente soleado y el mar se veía más turquesa, Jake mi perro fiel, me movía la cola y su lengua estaba afuera.

- ¿Qué tienes planeado para hoy?-

Me acerqué a Edward y tome su mano, el me sonrió para luego acariciar a Jake con su otra mano, el estaba feliz hoy, más feliz de lo que un perro pueda estar.

- Un tour por la isla, anoche mientras dormías me di el trabajo de recorrerla y ya se los lugares más lindos que te gustarán. - Mire a Edward y sonreí para besarle su mejilla.

- Bueno, vamos a preparar una mochila con frutas y agua para Jake y para mí. -

Corrí a la casa y preparé todo lo que necesitaba, una manzana y banana y dos botellas pequeñas de agua, Edward tomó mi mochila y se la puso, con el pretexto de que no quería que hiciera esfuerzo.

Le puse la correa a Jake y los tres salimos de casa para comenzar a adentrarnos a la selva que rodeaba la isla, el ruido que hacían los árboles y el sonido de los pájaros me daba relajación, el hábitat natural siempre lograba hacerme sentir bien, Edward no soltó su mano en todo el trayecto, Jake caminaba rápido emocionado haciéndonos reír a ambos.

La caminata duro aproximadamente una hora , la cantidad de fauna que había en la isla me había logrado sorprender, era una isla muy linda.

- Supongo que anoche aprovechaste de alimentarte de algún animal.- Pregunte al ya saber que en la isla habitaban animales.

- No, de hecho tu sangre calmo mi apetito, fue raro, tienes un sabor adictivo, pero al beber tu sangre logre relajarme y sacar toda mi sed, con solo un poco, incluso recordé un poco de mi vida como humano .- Mire a Edward con duda.

- No sabía que podía hacer eso.-

- Eres mágica cariño, toda tu escencia es magnífica. - Sus palabras lograron sonrojarme.

- Para que veas que no te tocó una esposa mediocre y torpe, que hubiera sido de ti si no hubiese llegado a Forks.- Tiré la indirecta clara con Isabella y el soltó una carcajada entendiendo la referencia.

- Posiblemente mi vida y la de mi familia estuviera en riesgo. -  Sonreí y acaricie su mano.

Nos detuvimos y pude visualizar una cascada que al final de ella la acompañaba una especie de laguna cristalina, era simplemente precioso.

- Esta es nuestra primera parada.- Edward dejo el bolso en el suelo y comenzó a despojarse de sus ropas.

- Es hermoso Edward.- 

Me saque el vestido quedando en un bikini del mismo color, blanco, mire a Edward, el cual le faltaba poco para comenzar a babear.

Le sonreí y camine hacía la cascada, mire abajo y se podía ver que la altura era considerablemente alto, Jake reposaba en el césped quedándose dormido, la caminata lo había  cansado.

- Si quieres te subes en mi espalda y saltamos juntos.-

La mano de Edward acarició mi cintura y yo me volví loca en ese instante, miles de choques de electricidad invadieron mi cuerpo, suspire y me aleje de el, ambos juntos éramos peligrosos, el fuego incluso se notaba.

- ¿Y perderme toda la diversión? Ni de coña.-

Al decir la grosería Edward soltó una carcajada fuerte, desde que nos conocimos mi vocabulario no fue el más educado y el de una señorita, siempre fui grosera, mi madre siempre me regañaba por lo mismo, incluso lo sigue haciendo, pero ya no había arreglo para mi incontrolable boca mal hablada.

- Como quieras cariño.-

Edward corrió a velocidad vampirica y se tiro al agua de un chapuzón, a pesar de la gran altura el actuó como si nada, ¿Qué esperaba? Es un vampiro de 117 años.

Yo lo seguí y me tiré también, Edward aún no salía a la superficie, pero cuando yo me adentre en el agua el me tomo por la cintura, abrí mis ojos y vi borroso producto que estábamos bajo el agua, el se acercó a mi y me beso, yo me afirme de su cuello y mis piernas las enrolla en su cadera, saliendo a la superficie ambos soltamos una risa.

- Eres lo mejor que me a pasado Eva.-

No era difícil adivinar que mis mejillas ya estaban sonrosadas, Edward Cullen provocaba eso Y mucho más en mi, sabía que había hecho buena elección en todas mis decisiones, por que cada una de ellas me llevo a estar en su vida, agradecía haber bebido aquella mágica agua, la que sin ella no hubiera podido encotrarme con mi madre y conocer a mi ahora esposo.

Mire a Edward fijamente y lo bese cuando el agua nos comenzó a elevar, flotabamos en el agua y Edward solo me besaba, éramos uno, no importaba nada más, por que ambos, éramos felices junto al otro.

- Te amo Anthony .-