Para Edward Cullen cada grosería que es dicha por Eva se le hace adorable.
02/07/2019.
03/01/2020.
Editada en año 2023.
Finalizada un 8 de abril del 2024.
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Paraíso. (+18)
Abrí mis ojos cuando sentí que mi trasero era acomodado en un comodo asiento que claramente no era el auto en el cual pensaba que me encontraba... ¿Me habían secuestrado?, no quería abrir los ojos y pretendí seguir dormida, pero una risa me sobresalto.
- Sí amor, te secuestre para que seas solo mía. - Mi esposo me acarició mi cabeza y yo abrí los ojos para observarlo.
- No te burles, aún seguia dormida. - Me sente correctamente en el asiento.- ¿Cuanto es de viaje? - El me miró y beso mi frente, yo a este hombre lo amaba y eso estaba seguro.
- De hecho ya estamos por llegar, te llevé a las camas del avión, estabas muy cansada como para despertar, dormiste 8 horas cariño. -
Comencé a toser exageradamente, las primeras horas como matrimonio yo me la pase durmiendo, bien hecho Evangeline, debiste ser una momia en vez de una ninfa.
- Bueno. - Aclare mi garganta.- ¿Me dirás donde sera nuestra luna de miel? Quiero saber donde viviré por un mes. - Le trate de sonreír lo mas adorable posible pero el nego y yo gruñi.
- Mira por la ventana. -
Lo mire extrañada, estaba a punto de mirar por la ventana del avión privado, pero la voz proviniente de un parlante me desconcertó.
- En 5 minutos aterrizamos en Maldivas por favor abrochar cinturón de seguridad. -
Abrí mis ojos a mas no poder y me lancé a la ventana, pegando mi nariz y frente en ella, se veía una isla en forma lo suficientemente grande de mar turquesa, estábamos por aterrizar en Maldivas, el paraiso del mundo ante mis ojos, ¿Pero acaso este no era un lugar soleado y público?.
- No estaremos aquí en realidad, es una parada, de aquí tomaremos un auto para recorrer la ciudad, luego una avioneta que nos llevará a nuestro destino final. - Edward soltó una sonrisa ladina, de esas que provocaban que mi corazón palpitara como loco.
- ¿Donde me estas llevando Edward Cullen? - Me senté corractamente y lo mire, sentí como el avión tocaba tierra firme por el movimiento que provocó y yo ya quería salir.
- Al paraíso inmortal señora Cullen. - No pude ignorar aquel doble sentido y mis mejillas poco a poco comenzaron a arder, el solto una risita y yo golpeé su hombro.
- Estar casado despierta tu humor querido. - Rode los ojos para luego sonreir.
Bajamos las escaleras del avión, dos señores nos ayudaron con las maletas, y otro nos abrió la puerta del auto, estabamos notablemente en la parte de atrás del aereopuerto, habían varios aviones, Edward me hizo pasar primero y luego el se sento a mi lado, el viento nocturno de Malé la capital de maldivas era agradable, por lo que no sentía frío al estar en solo un vestido.
