Para Edward Cullen cada grosería que es dicha por Eva se le hace adorable.
02/07/2019.
03/01/2020.
Editada en año 2023.
Finalizada un 8 de abril del 2024.
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No sera tan fácil.
Obcervaba las flores del bosque mientras estas florecian y salían más de la tierra, los pájaros se mantenían en silencio y unos cantaban, los arboles se movian con el viento, cerré mis puños y dejaron de florecer, cada día iba perfeccionando más mis habilidades, a lo lejos vi un gran lobo de pelaje algo rojizo, el me obcervaba.
- Hola Jacob. - El lobo al escucharme comenzo a caminar hacia mi, yo seguía sentada en el césped.
Jacob en su forma lobuna se hecho a mi lado y yo acaricie su lomo, era un lobo de gran tamaño, podía ver en sus ojos que estaba triste, había vuelto a forks pero Isabella no estaba, ella había desaparecido, nadie sabía donde se encontraba, Jacob había renunciado a la imprimación, y cuando eso pasaba el lobo poco a poco moría, y me daba tristeza, el no merecía esto.
- Puedo ayudarte a eliminarla, anular la imprimación. - El se levanto y corrió atrás de lo árboles, unos mimutoa más tarde salió ya vestido en forma humana.
- Eso no puede pasar. - Su cara era de pena, estaba demacrado.
- Soy la unión de lo sobrenatural Jacob, puedo hacer lo que quiera. - Un rayo de luz paso por sus ojos.
- Aún tengo la esperanza de que ella regrese. - Comenzó a arrancar el cesped de la tierra y yo le dí un goloe a su mano para que lo dejara de hacer.
- No dañes la naturaleza chucho. - Jacob solto una risa y luego nego con la cabeza en forma de rendición.
- Pero... ¿Y si no regresa como humana?. - El me obcervo y y luego desvío la mirada.
- La dejaría marchar, la olvidaría y aceptaría tu oferta de anular por completo la imprimación. - Le di unos pequeños golpes a su espalda, la situación de Jacob era catastrófica, la obcesion de Isabella por la inmortalidad la cego, y habían muchas sospechas de que ella tomo rumbo hacia los Vulturi.
- ¿Como está el padre de ella?. - El sheriff Charlie Swan era el más afectado, un padre preocupado por el paradero de su hija.
- Sigue en la busquedad sin resultados. -
Luego de un rato ambos nos despedimos y nos fuimos a nuestras casas, mi madre se encontraba en la casa Cullen por lo que yo me dirigí con ellos, extrañaba a Alec, hace semanas el se había ido por qué los Dioses le tenían otra tarea, prometió volver dentro de un mes, era mi amigo, el mejor amigo que tengo debo destacar, aunque con Edward no se llevasen muy bien.
- Cariño, llegaste. - Mi madre me beso la mejilla y yo salude a todos, le regale una pequeña sonrisa a Edward.
La situación con Edward estaba bien, le había dejado en claro que no iba a regresar con el hasta que me probara que en verdad me amaba, y así lo hacía, cada día me demostraba su cariño con acciones que provocaban que mi corazón latiera como loco y eso me agradaba.
- Edward quiere decirte algo. - Alice me tomo del brazo y dio pequeños saltitos de emoción.
- Se suponía que se lo diria en un lugar privado Alice. - Emmett solto una risa y Alice lo ignoro para acercarme a Edward y unir nuestras manos.
Edward camino a la salida y yo obviamente lo seguí, caminamos por unos minutos hasta que nos detuvimos al medio del bosque.
- ¿Que quieres decirme?. - El estaba nervioso y yo podía notarlo, eso me causó ternura.
- Bueno, con la familia tenemos una tradición, cada año las parejas viajan a un país como unas vacaciones por separado, yo siempre iba solo, pero ahora quería preguntarte si quieres ir conmigo. -
Su mirada viajaba desde los árboles hasta las montañas pero no a mi, su nerviosismo lo notaría hasta un ciego, sí, me había dado impresión que me invitara, yo creía que acompañaría a mi madre con Emmett, sabía que haría mal tercio ahí, y la idea de ir con Edward era mas satisfactoria que lo anterior.
-¿Donde iremos? - Edward me miro con sorpreza y emoción, una pequeña sonrisa inocente adorno su rostro.
- A Egipto. - Mis ojos se abrieron con exageración ante lo dicho y comencé a saltar de emoción, siempre quise conocer Egipto, su historia me fascinaba.
Me acerque a Edward y lo abracé, el rodeo mi cintura con sus brazos y me beso la frente, momentos como este eran los que me enamoraban más de Edward Cullen, lo amaba, claro que lo hacía, lo amaba con cada parte de mo ser que estaba segura que podía entregar mi vida por salvarlo a el.
