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Junto a ti

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Junto a ti.

El avión aterrizó y yo me desabroche rápidamente el cinturón, quería pisar el suelo egipto y respirar su aire por primera vez, Edward a mi lado reía por lo infantil que podía llegar a ser, la azafata dio las indicaciones de que podíamos comenzar a dejar el avión y que fuera una bonita experiencia, fui la primera en salir del avión y le hacía señas a Edward para que se apresurara, el llegó a mi lado y yo tome su mano para arrastrarlo para recoger nuestras maletas, cuando ya tuvimos nuestro equipaje salimos y el auto que Edward había rentado por una semana estaba afuera esperandonos, el dejo el equipaje en la parte trasera de la camioneta negra y yo ya estaba sentada de copiloto.

- Eres adorable, sigue así y me lograrás enamorar más Eva. - Edward acaricio mi mejilla y yo sonreí.

- Para ti no es emocionante, ya has pisado esta tierra muchas veces. - Le mostre mi lengua y el rio.

- Creeme que esta vez es muy emocionante por que vengo con la mujer que amo. - Sentí mis mejillas arder y esquive su mirada.

- Eres un don Juan. - Edward acaricio mi cabello y hecho a andar la camioneta, no sabía nuestro destino, pero estaba segura que iriamos a un hotel para ducharnos y cambiarnos de ropa.

Al llegar al hotel en el cual nos quedaríamos por una semana entramos a la habitación, creí que dormiriamos juntos, pero la habitación era un penthouse por lo que tenía habitaciones separadas, me desilucione un poco pero a la vez me relaje, dormir a solas con Edward era peligroso.

Cuando ambos estuvimos listos bajamos y fuimos en busca de un lugar de comida tradicional, luego iriamos a un tour que me daría el vampiro presente, el cual sabía manejar muy bien el idioma, aunque la mayoría de las veces utilizabamos el Ingles, hoy era nuestro día de suerte, El cairo la capital de Egipto se encontraba nublada por lo que no habría problemas para visitar muchas partes, sin embargo para mañana estaba pronosticado dia soleado por lo que saldriamos al anochecer, basicamente a las 6 de la tarde el sol ya comenzaba a bajar.

Edward había tomado mi mano y yo no me negué, su contacto físico hacia mi me daba seguridad y me agradaba, la verdad era aquí, que me agradaba todo lo lindo que Edward provocaba en mi, entramos al restaurante de comida tradicional Egipcia y nos sentamos en una mesa en la terraza, no habían muchas personas, mejor así, la única que comeria sería yo y me sentiria incomoda ver que algunos obcervaban a Edward al darse cuenta que no comía nada.

La mesera recogió los platos y miraba a Edward con cara de enamorada, rodee los ojos y tome la mano de Edward acariciandola, sí, podía ser muy celosa, ella me dio una mirada incomoda y salió rapido de nuestra vista.

- Ya la asustaste. - Edward nego sonriendo y yo le di un golpe en la mano.

- Si no se iba podía sacarle los ojos y ponerlos en la sopa, el menú del día seria ojos a lo egipcio. - Al decir esto Edward solto una carcajada limpia que logro llamar la atención de otros clientes.

- Creo que me atreveria a beber esa sopa. - El se paro de su silla y me ofresio su mano yo la tome y bajamos al primer piso del restaurante para pagar la cuenta, luego salimos de este.

Edward quería mostrarme las piramides egipcias que se encontraban en Giza, quedaba cerca de El cairo por lo que iriamos en un bus que nos daría un tour, yo estaba vestida como una verdadera mujer de Egipto en cambio Edward estaba vestido normal, era un aburrido.

Al llegar a Giza bajamos del bus y rentamos dos camellos, por 4 horas, Edward pago y nos subimos a ellos siguiendo a los otros turistas, a unos metros estaban las piramides y yo estaba fascinada, Edward me miraba sonriendo y yo por dentro gritaba que lo amaba por traerme aquí.

Nos bajamos de los camellos para deleitar nuestra vista con la primera piramide, todos se sacaban fotos y yo por supuesto tambien quería una, le di mi telefono a Edward y el me saco una montada en el camello mirando la piramide, luego yo me baje del camello, sin soltar la cuerda y tome el celular tomando una selfie con Edward, en el momento en el que estaba desconcentrado bese su mejilla y tome la foto, atesoraria esto como el máximo tesoro que tenía.

- Sales hermosa. - Edward me tomo de la cintura y yo sonrei cuando acerco su rostro al mío.

- Yo siempre estoy hermosa cariño. - Edward se iba acercando más a mi, quería que me besara, extrañaba sus besos, pero una gran cabeza se puso entre nosotros, el camello había interrumpido nuestro momento y el muy maldito estaba sonriendo con sus grandes dientes, reí para posteriormente tomar una foto de eso.

El tour siguió mostrando las otras dos grandes piramides que se encontraban en Giza, notaba a Edward nervioso, me miraba mucho, a cada segundo, jugaba con sus manos y luego miraba para cualquier parte menos a mi.

- ¿Que pasa? - Deje de sacar fotos para ver a Edward el cual llego a saltar cuando lo toque.

- Nada, solo... Nada. - Seguía sin mirarme y yo arrugue la frente.

- Sabes que puedes decirme lo que sea cariño. - Edward sonrió mas en confianza.

Se arrodillo y oh Dios mío, los turistas dejaron de prestar atención poco a poco cuando Edward tomo mi mano ya arrodillado, los cuchicheos en diferentes idiomas y sonrisas en todas las personas no se hicieron esperar.

- Eva, esperaba decirtelo el último día de nuestra estadía aquí, pero no puedo aguantarme, eres todo lo que siempre soñé, lo que anhele por una eternidad completa, tú le das esperanza y felicidad a mi vida, con tu llegada todo fue más cierto, más divertido y especial, a tu lado me siento bien, todos los días tengo ganas de ti, de tus besos, de tus abrazos y de tu risa, hasta de tus groserías, Eva, se que cometí errores que no merecen perdón pero puedo asegurar con certeza que te amo, que estoy profundamente enamorado de ti. -

En estos momentos mi corazón estaba como loco, yo estaba emocionada sentía que si hablaba lloraría, cada palabra dicha por Edward logro tocar mi corazón.

- Evangeline Hale casate conmigo. -

Edward de su bolsillo saco una cajita azul mar y la abrió dejando a la vista un bello anillo de diamantes y plata, era precioso, sin dudas era hermoso,la gente solto murmullos de sorpreza y mis lagrimas no se hicieron esperar, estaba feliz, sin dudas era la mujer más feliz que podía haber.

Espero que el capitulo sea de su agrado, comenten que les pareció.

Inmortal | Edward Cullen. |TERMINADA|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora